Uruguay XXI, la agencia de promoción de inversiones, exportaciones e imagen país, asegura que la potencialidad de los usos del cannabis en Uruguay es extensa, pero un camino natural será el rubro de alimentos y bebidas.
“Se espera que el cannabis tenga un alto crecimiento en el consumo global de alimentos a nivel internacional, como es el caso de la chía y la quinua”, dice la agencia gubernamental dirigida por Sebastián Risso.
Actualmente ya hay ejemplos de uso de cannabis en yerba y aceite comestible, pero hay amplio espacio para el crecimiento de este segmento, agrega el organismo uruguayo encargado de promover y presumir las bondades económicas del país sudamericano.
Lee: La pandemia, el mundial y el carnaval detonan el consumo de cerveza en Brasil
También existe un alto potencial en la venta de aceite de mesa: “Una vez elevador el aceite, queda harina proteica que también tiene excelente composición como alimento para humanos y para animales”.
A escala mundial, los llamados edibles, las proteínas para vegetarianos y deportistas, están expandiendo notablemente un mercado en el que Uruguay podría tener una participación relevante en la producción, explica.
Uruguay fue el primer país del mundo en regular la producción del cannabis para el uso recreativo, medicinal e industrial en diciembre de 2013. Esa ley creó además el Instituto de Regulación y Control del Cannabis (IRCCA), que es el encargado de la implementación de los controles vinculados a la plantación, cultivo, cosecha, producción, elaboración, acopio, distribución y dispensación del cannabis.
El gobierno de Uruguay y el IRCCA promuevan la investigación, que contribuya al conocimiento y producción de evidencia científica respecto al cannabis psicoactivo y no psicoactivo. Además de declarar de interés público, la investigación sobre el cannabis y sus aplicaciones en todas las áreas del conocimiento y aquellas acciones tendientes a proteger, promover y mejorar la salud pública mediante productos en base a cannabis y cannabinoides.
La actividad de empresas vinculadas a la industria del cannabis en Uruguay cada vez alcanza un rango más amplio de posibilidades. Mientras los asociados se multiplican y diversifican.
Lee: Construirán dos fábricas para producir vacunas en contra del Covid-19 e influenza en Brasil
La multiplicidad de actores y la alta potencialidad del sector favoreció la irrupción de actores, que facilitan el desarrollo de emprendimientos: “Un ejemplo es el surgimiento de aceleradoras, como es el caso de la brasileña de The Green Hub, que desde mayo de 2021 está instalada en Uruguay”.
Uruguay tiene una larga tradición en la industria farmacéutica. Las empresas y los recursos humanos son reconocidas por su amplia experiencia y conocimiento en el campo, lo que se refleja en el fuerte crecimiento de las exportaciones de productos farmacéuticos, en especial a partir de la instalación de varias empresas en zonas francas del país.
Además Uruguay se ha posicionado como el hub regional de productos farmacéuticos para Sudamérica y ofrece importantes ventajas para la localización en el país de empresas que desarrollen estas actividades. Este know how posiciona a Uruguay como un país de referencia para la instalación de un hub regional para los productos de cannabis.
“Un área conexa es la de alimentación animal, diferenciando el uso para la alimentación de vacunos, cerdos o pollos, así como el uso complemento dietético en mascotas, que tiene un mercado en fuerte desarrollo en Estados Unidos”, expresa Uruguay XXI.
El flujo exportador de Uruguay comenzó en 2019 y en 2020 se exportaron aproximadamente 10 toneladas de flores de cannabis. Entre enero y julio de 2021 se mantuvo el crecimiento y se exportaron 7 toneladas de flores de cannabis desde el Puerto de Montevideo.
“Además de los tres usos básicos (aceite, harina y semilla), el uso en alimentos de cannabinoides aislados está en auge en el mundo”, precisa.
Uruguay XXI explica que hay un creciente número de variedades de cereales, bebidas, snacks y golosinas, entre muchos otros ejemplos que contienen cannabinoides —comúnmente conocidos como CBD— en sus recetas.
“El potencial alimenticio del cannabis se basa en la excelente composición de aceites y proteínas de los granos, que cuentan con entre 30 por ciento a 35 por ciento de aceite, con alta proporción de ácidos grasos esenciales”, señala la agencia encargada de atraer a inversionistas a la economía uruguaya.
La harina posee altos niveles de proteínas, carbohidratos y fibra, y puede utilizarse en productos que sustituyen a los lácteos, con un fuerte mercado entre los consumidores vegetarianos o veganos, entre los deportistas que desean consumir dietas de alto contenido proteico y bajas en grasas, añade.
La inversiones más importantes a nivel mundial vinculadas al cannabis como alimento han sido las relacionadas con las bebidas: La empresa cervecera Corona, invirtió 3 mil 800 millones de dólares en la adquisición del 9 por ciento de las acciones de la canadiense Canopy. “Ello muestra el potencial que tiene el cannabis con la bebidas en general y con la cerveza en particular”, comenta.
El uso del cannabis en las bebidas tiene otro gran aspecto, tal vez de aún mayor potencial en su inclusión en bebidas no alcohólicas, puntualiza Uruguay XXI.
Otros grandes segmentos en los que participa la industria son el de belleza, bienestar y alimentación animal: “El uso del cannabis a nivel farmacéutico es el de mayor valor agregado y con diferencia, el que impulsa en gran medida el resto de la industria”.
Lee: Euro y libra ceden ante el fortalecimiento del dólar
La principal empresa a nivel internacional operando con cannabis es la inglesa GW Pharmaceuticals, que en el último año fue adquirida por Jazz Pharmaceuticals, —basada en Irlanda—, en una operación cercana a los 7 mil 200 millones de dólares.
GW Pharmaceuticals licenció Epidiolex, el principal medicamento basado CBD, utilizado en el tratamiento de tipos severos de epilepsia en niños y niñas: “Este medicamento fue aprobado por la agencia del gobierno de Estados Unidos en 2018”. También está aprobado el uso del medicamento en la mayor parte de Europa, Australia y algunos países de América Latina. Sus ventas en 2020 fueron de 526 millones de dólares y se estima que rondó los 930 millones de dólares en 2021.