¿Tiene lugar Reino Unido en un acuerdo comercial creado para naciones bañadas por el océano Pacífico?
Al parecer, sí. El gobierno británico ha solicitado adherirse al Acuerdo Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP por sus siglas en inglés y también conocido como TPP-11), en el que participan Perú, Chile, México, Australia, Brunéi, Canadá, Japón, Malasia, Nueva Zelanda, Singapur y Vietnam.
Si bien Reino Unido no tiene en el Pacífico más que un pequeño territorio de medio centenar de habitantes, las islas Pitcairn, miembros como Nueva Zelanda y Australia ya se han mostrado favorables a acoger a Londres dentro del bloque.
Establecer sus propias alianzas comerciales era uno de los principales motivos por los que muchos británicos querían salir de la Unión Europea (UE) y, ahora que ya están fuera, explorar nuevos terrenos ya no es solo un deseo, sino una necesidad.
La UE es el mayor socio comercial de Reino Unido: allí van a parar el 45% de los bienes que exportan y de ahí provienen el 53% de sus importaciones. Desde que el periodo de transición finalizara y el Brexit entrara de lleno en vigor en enero de este año, algunos sectores están sufriendo obstáculos burocráticos, incrementos en costes y desencuentros que van desde la pugna por las vacunas contra el coronavirus hasta el sándwich de jamón y queso que la aduana holandesa le confiscó a un camionero porque lo traía de Reino Unido y ya no se permite ingresar carne ni lácteos desde ese país.
El CPTPP es un acuerdo de libre comercio que ayudaría a Londres a reducir su dependencia de la UE a la vez que le ahorraría la ardua tarea de negociar tratados bilaterales con cada uno de sus 11 países miembros. Algunos de estos ya son socios clave en la economía británica y, con el CPTPP, esta cooperación podría extenderse a sectores nuevos.
Un 95% menos de aranceles
El comercio entre Londres y las naciones del CPTPP se ha incrementado anualmente a un ritmo promedio del 8% desde 2016, según datos del gobierno británico. En 2020, alcanzó las 111.000 millones de libras (US$151.441 millones). De unirse, Reino Unido pasaría a ser, junto a Japón, una de las mayores potencias del bloque.
El CPTPP reduce en un 95% los aranceles de los productos intercambiados entre sus miembros y les da acceso preferencial a ciertos mercados. Entre los socios latinoamericanos de este acuerdo, Chile es el que más lazos comerciales tiene con Reino Unido, seguido de México y Perú. La agricultura, la industria o el sector de la salud son algunas de las áreas donde el gobierno británico ve más oportunidades de crecer en sus negocios con estas naciones.
Pero las ventajas de pertenecer al CPTPP pueden incluso ampliarse en un futuro cercano. El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Joe Biden, ha dado de señales de estar abierto a la idea de que EE.UU. se integre en el acuerdo.
En realidad, esto es lo que estaba planeado desde un inicio: el CPTPP surgió como una iniciativa que contaba con el apoyo del gobierno de Barack Obama y que buscaba aminorar la influencia de China en la región. Donald Trump retiró a EE.UU. del proyecto en 2017, pero este consiguió salir adelante sin Washington y crear una zona de libre comercio con casi 500 millones de consumidores y un peso del 13,5% en la economía mundial.
Ahora, sin embargo, China también ha mostrado en los últimos meses interés en adherirse al acuerdo, lo que incrementaría los beneficios para Londres y el resto de miembros. Queda por ver cuál de estas ambiciones llegará a materializarse.