El hecho se dio el pasado mes de febrero, pero recién se conocen los detalles. Casi todos los hospitales de Los Estados Unidos se vieron perjudicados económicamente por este ciberataque.
Según la Asociación Americana de Hospitales (AHA), el 94% de los centros de salud declararon haber sufrido daños en su flujo de caja y más de la mitad, daños financieros graves al no poder procesar bien las reclamaciones.
Se ha podido conocer, se trató de un ataque cibernético a la Unidad Change Healthcare que procesa más de la mitad de diligencias médicas en el país, trámites para cerca de 900.000 especialistas de la salud y 5.500 hospitales.
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Todo ocurrió la mañana del 21 de febrero, cuando la banda de ciberdelincuentes AlphV, alias Black Cat, bloqueó los sistemas de Change Healthcare y exigió un rescate para desbloquearlos. El precio solicitado fue nada menos que 22 millones de dólares en Bitcoins.
Para la American Hospital Association se trata del ciberataque más importante de la sanidad de los Estados Unidos.
Durante esos días, los servicios afectados (desde acceso a historias clínicas y pagos hasta datos de farmacias y entrega de medicamentos) han provocado un caos en los proveedores de atención médica.
Este hackeo ha afectado especialmente a los proveedores de salud mental, clínicas oncológicas y pacientes con enfermedades crónicas que no pueden pagar o retirar sus medicamentos.