Los países europeos y Estados Unidos están al tanto de que Rusia utiliza una flota fantasma o paralela para transportar su petróleo. Además, son conscientes de que estos buques, muchos de ellos viejos y deficientes, atraviesan Europa cargados de crudo. Ahora también conocen las condiciones de los seguros que ‘deberían’ cubrir el petróleo transportado por estos buques.
Todo indica que estos seguros son precarios e insuficientes, y es poco probable que cubran un derrame de petróleo. La flota fantasma de buques petroleros rusos no solo representa un peligro, sino que es un peligro sin asegurar.