Perú será el país de América Latina con las mayores afectaciones por el fenómeno climático El Niño, el cual puede tirar el producto interno bruto (PIB) hasta en 4.1 puntos porcentuales y disparar 3 puntos la inflación en 2024.
“Estiman el impacto de diferentes intensidades de El Niño en 2024 en la inflación y en el crecimiento de los países andinos, así como la magnitud de los impactos eventualmente depende de la intensidad del evento”, revela el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
En 2024, el producto interno bruto de Perú puede caer entre 1.3 puntos porcentuales para El Niño moderado y de hasta 4.1 puntos porcentuales para el fenómeno climático extraordinario, afirma el organismo a cargo de Ilan Goldfajn.
“La inflación tendrá un aumento de entre 1.7 y 3.0 puntos Colombia, mientras que el alza de precios en Perú se estima entre 1.0 y 3.0 puntos”, señala el órgano multilateral.
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Afirma que las desviaciones del crecimiento económico de Ecuador van entre 1.3 puntos porcentuales y 4.4 puntos porcentuales, mientras que el impacto negativo en Colombia puede ser más pequeño, entre 0.5 y 0.9 puntos.
Ecuador no muestra efectos inflacionarios significativos por el fenómeno climático de El Niño, aseguran Arturo J. Galindo y Alejandro Izquierdo, investigadores del BID, en el estudio ¿Listos para Despegar? Aprovechar la estabilidad macroeconómica para el crecimiento.
Recuerdan que las condiciones de Niño Oscilación del Sur se categorizan basándose en la zona de impacto y la ocurrencia. La Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) monitorea las temperaturas superficiales del Océano Pacífico, y divide la franja ecuatorial en cuatro cuadrantes ( Niño 1, Niño 2, Niño 3 y Niño 4).
La categorización identifica dos tipos de El Niño: El Niño global, que se centra en los cuadrantes combinados de El Niño 3 y 4 (Océano Pacífico central) y El Niño Costero, que se concentra en los cuadrantes combinados de El Niño 1 y 2 (Océano Pacífico oriental) cerca de la costa de América del Sur.
“Las anomalías climáticas provocadas por El Niño han producido consecuencias socioeconómicas negativas en el pasado en los países de la región andina, especialmente en Perú, Ecuador y Colombia”, advierten los investigadores del BID.
Agregan que los variados efectos de El Niño en Perú, Ecuador y Colombia y en sectores productivos específicos de esos países subraya la necesidad de enfoques adaptados para contrarrestar las implicaciones económicas de los fenómenos climáticos.
Cada un de las estrategias pueden incluir la utilización de recursos para reconstrucción de infraestructura, subsidios para los sectores afectados o subsidios condicionados para mitigar el efecto transitorio de los precios más altos, sostienen Arturo J. Galindo y Alejandro Izquierdo
“La adaptabilidad económica y la formulación de políticas son cruciales para contrarrestar los impactos negativos y fortalecer la resiliencia contra estos eventos. También se pone énfasis en invertir en infraestructura resiliente al clima para reducir la vulnerabilidad de sectores económicos clave”, detalla.
Los cambios en la temperatura superficial del Océano Pacífico caracterizan el fenómeno de El Niño o Niño Oscilación del Sur: “Desde 1950 se han identificado tres grandes episodios de El Niño : 1982–1983, 1997–1998 y 2016–2017”.
El Niño se puede categorizar por la magnitud e impacto en categorías de débil, moderado, fuerte y extraordinario, dice el BID.
Agrega que el episodio de 1982–1983 se categoriza como extraordinario, el episodio de 1997–1998 fue igual de fuerte y el episodio de 2016–2017 fue moderado.
“En Ecuador y Perú, los impactos han incluido lluvias excesivas, inundaciones y disminución de la productividad agrícola, que ha provocado subidas de los precios de los alimentos y daño a la infraestructura”, cuenta el BID.
Ecuador experimentó impactos importantes en el sector agrícola y de la construcción, y el Niño Oscilación del Sur de 1997–1998 provocó desempleo y riesgos para la salud, añade.
Precisa que la agricultura y la pesca de Perú sufrieron de una disminución de los rendimientos de los cultivos y la disrupción de la pesca.
“En Colombia, el Niño Oscilación del Sur redujo el suministro de energía, y afectó a la generación eléctrica y la agricultura, a diferencia de las precipitaciones excesivas en otros países. Esto llevó a un aumento de las tarifas de la energía y de los precios de los alimentos, ejerciendo una presión sobre la inflación general”, concluye.