Más de 3 mil millones es la cantidad de ingresos anuales adicionales que no generan los bancos y otros proveedores por no dar servicios financieros a las mujeres en la misma proporción que a los hombres.
“Los cálculos realizados de Guatemala, México y Perú desvelan que las instituciones financieras de América Latina y el Caribe podrían conseguir casi 3 mil millones de dólares de ingresos anuales adicionales, si optimizan sus ofertas enfocadas en el mercado de la mujer para empresarias y banca personas”, revela Milagros Rivas, directora General de Servicios de Asesoría del BID Invest.
“De los bancos con productos destinados a mujeres, la mayoría los consideran un aspecto de responsabilidad social corporativa o de sus iniciativas ambientales, sociales y de gobernanza, más que una oportunidad de crecimiento y negocios”, agrega.
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Aún cuando las mujeres son buenos clientes para la banca de personas y empresas, no hay hay productos diseñados por para ellas, advierte la representante del organismo dependiente del Banco Interamericano de Desarrollo.
Alrededor de un tercio de los bancos comerciales en Guatemala, México y Perú cuentan con una estrategia de mercado para la mujer, aunque un 40 por ciento afirman que están considerando desarrollarla, según Empresarias en Ascenso: Un estudio sobre el potencial de la banca mujer en América Latina y el Caribe del BID Invest.
Milagros Rivas recuerda que las carteras de crédito prestadas a las mujeres experimentan mayores tasas de crecimiento y son usuarias activas de servicios no financieros. “Además, las mujeres pagan sus préstamos en menos tiempo que los hombres”, apunta.
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Marisela Alvarenga, directora General del Sector Financiero del BID Invest, comenta que las mujeres poseen casi una cuarta parte de las empresas emprendedoras y de las pequeñas y medianas empresas (pymes) en América Latina.
Las mujeres son un segmento comercial lleno de potencial, con un importante poder adquisitivo colectivo y perspectivas de crecimiento importantes. Pero es desaprovechado por la banca comercial en América Latina.
“Sabemos que hoy en nuestra región, las mujeres son propietarias de casi una cuarta parte de emprendimientos, y de las pequeñas y medianas empresas”, expresa.
La brecha crediticia de las mujeres es de 86 mil millones (unos 260 dólares por persona en Estados Unidos ), y es una de las más altas del mundo.
“Solo el 18 por ciento de las instituciones financieras que no tienen definido el segmento de las pequeñas y medianas empresas (PYME) cuentan con una oferta específica para mujeres empresarias, mientras que el 85 por ciento de las que sí lo tienen ofrecen productos orientados a ellas”, conclcuye.
La banco no da servicios financieros en Guatemala, México y Perú
Guatemala | México | Perú |
Las instituciones financieras de Guatemala dejan de percibir 283 millones de dólares ingresos anuales adicionales por no aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el mercado de la mujer.El sector financiero de Guatemala está formado por un gran número de proveedores, incluidos 17 bancos registrados (como Banco Industrial, Banco G&T y Banrural), 10 grupos financieros, 24 instituciones microfinancieras (como Fundación Génesis Empresarial y Fundea) y casi mil cooperativas, 25 de las cuales operan bajo MICOOPE). | Las oportunidades de ingresos abiertas alas instituciones financieras en el mercado mexicano de la mujerson significativas con un total de mil 870millones si se considera a los segmentos no bancarizados y sub-atendidos. El mayor potencial lo ofrece el segmento de renta media-baja.Si bien representa solo al 18 por ciento de la población femenina, estas mujeres con ingresos mensuales de hasta 420 dólares suponen una oportunidad de 720 millones de dólares.Las que están en el tramo de ingresos más bajos, que incluye a casi tres cuartos de las mujeres de México, ganan unos 64 dólares o menos al mes, y suponen una oportunidad de 618 millones de dólares. | La oportunidad es significativa, con un total de 756 millones dólares de ingresos anuales que pueden obtenerse satisfaciendo la demanda de las clientas no bancarizadas y sub-atendidas. Aunque todos los segmentos socioeconómicos de las clientas (en función de los ingresos mensuales) ofrecen potencial para las instituciones, el mayor se concentra en los tramos de ingresos más bajos, que comprenden el 86 por ciento de la población femenina de Perú. |