Después del 7 de octubre en Israel nada es lo mismo, no solo por el impacto que ha causado el ataque de Hamas a los pueblos y población civil del sur, sino también ha afectado la economía del país.
La actividad económica se ha ralentizado y son muchas las personas que se han quedado sin empleo desde la decisión del Gobierno de Benjamín Netanyahu de suspender los permisos de trabajo de palestinos en Israel.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), antes de la guerra, 192.700 palestinos trabajaban en Israel, incluyendo 40.000 en Cisjordania, atraídos por salarios más altos en sectores como servicios, agricultura y construcción.
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El turismo está también paralizado, teniendo en cuenta que es un destino muy apreciado, sobre todo las visitas a Tierra Santa, todo está cerrado, los ingresos y servicios están sin acceso al público. Todo esto afecta a un sector cuya temporada alta empieza precisamente en esta época del año.
Los tres millones de turistas que visitaron el país entre enero y septiembre de este año, gastaron en promedio 5.806 dólares per cápita, lo que sin duda representa un gran aporte y el sostén de muchas familias que dependen del turismo.
Los efectos de la guerra dependen de la duración de la misma, para la Franja de Gaza, el resultado de este conflicto es una catástrofe. La electricidad, agua, comunicaciones y otros servicios son controlados por Israel, de manera que la ausencia de ellos los afecta duramente.
El 35% del producto nacional bruto de Gaza es originado de los salarios obtenidos por el trabajo en Israel, algo que se ha suspendido por el momento con fecha indefinida.
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La guerra de Israel y Hamas podría durar meses e incluso años, según advierten los especialistas, la pregunta es ¿Cuánto podría afectar a la economía del país?
La moneda israelí, del shekel, venía ya en caída libre frente al dólar antes del ataque del pasado 7 de octubre. Desde máximos del año ya habían retrocedido un 12% y, desde máximos del año pasado, la caída era ya era de más del 20%.
Estas pérdidas no han hecho más que incrementarse desde que arrancase el conflicto y, desde el día del ataque de Hamas ya pierde un 4,7% adicional en el cambio con la moneda norteamericana. Con estas caídas ya se encuentra en su nivel más bajo en siete años.