Brasil es el país con el precio de venta más alto de los teléfonos celulares en América Latina, debido al cobro de impuestos y a la complejidad cambiaria.
“Si consumidores del Mercosur adquieren un teléfono celular, cuyo precio de venta en Amazon.com es de 999 dólares, el monto total a desembolsar (incluyendo costos de envío e impuestos de importación) será de 2 mil 115 dólares si se adquiere en Brasil”, revela la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Todo eso significa que el precio de cada teléfono celular aumenta más de 100 por ciento por los impuestos, aranceles y el envío hasta Rio de Janeiro, São Paulo y Brasília.
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Por ese mismo equipo de alta gama se pagan más de mil 661 dólares en Uruguay, mil 661 dólares en Argentina, mientras que en Paraguay abonan sólo mil 019 dólares.
Los consumidores de Argentina, Brasil y Uruguay enfrentan costos mucho más elevados en la compra de teléfonos celulares que sus pares de Paraguay a la hora de realizar compras en línea en el exterior.
“Si se adquiere el mismo dispositivo en Chile, una nación que no forma parte del Mercosur, pagan sólo mil 299 dólares”, expresa la Cepal.
Agrega que los aranceles y medidas de defensa comercial sobre productos de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones se destacan entre las principales barreras utilizadas por los países del MERCOSUR y en todos los casos son mayores a la media de América Latina y El Caribe.
En Argentina —y, en menor medida, en Brasil— también hay restricciones cuantitativas 28 a las importaciones de bienes las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones y servicios digitales.
Adicionalmente, los gravámenes para compras minoristas en sitios del exterior suelen ser más elevados que los del régimen general de importación.
En Argentina, se requiere una licencia no automática para importar productos correspondientes a 163 posiciones arancelarias, incluidos varios productos de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones nuevos (como computadoras, teléfonos celulares, impresoras y fibra óptica) y usados. En Brasil, se aplican también licencias de importación y se prohíbe la importación de bienes de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones usados.
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Asimismo, existen obstáculos significativos en la regulación que afecta a la inversión extranjera directa en sectores relevantes para el comercio digital, incluyendo limitaciones a la participación de capital extranjero y de no residentes en directorios y requerimientos de presencia comercial, dice Cepal.
También se destacan las restricciones relativas a infraestructura y competencia en telecomunicaciones. Esto es particularmente importante en Paraguay y Uruguay. En este último país y en Argentina no hay legislación que limite la responsabilidad de intermediarios, añade.
El tratamiento impositivo puede variar según el producto, el método de envío o la cantidad y monto de las compras realizadas en el exterior, existen diferencias muy relevantes en los cuatro países del bloque, concluye la Cepal.