La bolsa de valores es el lugar que pone en acercamiento demandantes y oferentes de capital, es decir, empresas y gobiernos que buscan financiación, por una parte, y ahorradores (particulares u organizaciones) que quieren invertir su excedente de dinero en busca de una rentabilidad, por otra.
Las transacciones las realizan intermediarios autorizados en una bolsa de valores, un mercado constituido, que puede ser físico o virtual, dirigido por una entidad privada y acreditado y controlado por una entidad regulatoria.
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En la bolsa de valores se compran y venden títulos de renta variable (acciones de empresas cotizadas) y de renta fija (deuda pública y privada, como los bonos, las letras del Tesoro), así como otros valores negociables, como pueden ser fondos de inversión, productos híbridos, productos derivados. Estas transacciones las realizan los agentes o corredores de bolsa, que cobran a cambio una comisión.
Las bolsas de valores son mercados secundarios de valores, pues en ellas se realizan compraventas de activos financieros que han sido emitidos previamente en el mercado primario. Es decir, cuando un inversor acude a la bolsa porque quiere comprar acciones de una determinada empresa, no se las compra directamente a la compañía, sino a un tercero que ya las posee y las ha puesto a la venta. Esta compañía no recibe ningún fondo por esa transacción, pero puede beneficiarse de ella porque el valor de la empresa se incrementa si sube el precio de sus acciones. La mayor parte de las transacciones financieras se ejecutan en estos mercados secundarios.
Origen de la bolsa de valores
Las bolsas de valores tienen su origen en la ciudad de Brujas, Bélgica, en donde la familia de banqueros Van der Bursen organizaba en su palacio reuniones donde se transaban activos y se hacían operaciones comerciales. El concepto de “bolsa” surgió del escudo familiar que tenía tres bolsas de piel.
La primera bolsa de valores moderna surgió en el año 1460 en Amberes, Bélgica. Posteriormente, en 1570 se creó la bolsa de Londres, en 1595 la de Lyon (Francia) y en 1792 la de Nueva York.
Entre las funciones más significativas de la bolsa de valores se hallan:
- Canaliza el ahorro hacia la inversión productiva.
- Proporciona información veraz y permanente acerca de los valores, la situación de las empresas inscritas en la bolsa, las operaciones realizadas.
- Ofrece liquidez, ya que los inversores pueden convertir sus activos (acciones u otros) en dinero.
- Proporciona seguridad jurídica. Es decir, las transacciones están respaldadas y se responderá por ellas.
Las bolsas de valores tienen un rol fundamental en el progreso económico ya que facilitan las transacciones y canalizan los ahorros. De ese modo, es posible una mejor retribución de los capitales.