Los gobiernos ligados a la izquierda en Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, México y Venezuela hacen menos atractivo para los inversionistas extranjeros las operaciones de fusiones y adquisiciones en América Latina.
“Al menos 40 por ciento de los inversionistas espera que la segunda marea rosa política (o la vuelta hacia la izquierda de los gobiernos) en América Latina haga menos atractiva una operación de fusiones y adquisiciones”, revela la consultora KPMG.
La inestabilidad política y las normas estrictas y complejas, que se han asociado a los países de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, México y Venezuela, le han dado a la región la reputación de ser un lugar arriesgado para hacer negocios, afirma el estudio En un mundo incierto, aumentan las fusiones y adquisiciones en América Latina elaborado por la KPMG.
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Agregó que los antiguos problemas de corrupción y la debilidad de los gobiernos de Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Colombia, México y Venezuela se han visto agravadas por la reciente evolución política y macroeconómica.
“En un mundo donde el cambio y el riesgo son la nueva normalidad, los argumentos en contra de América Latina se están debilitando”, declara la consultora .
La primera marea rosa política fue encabezada por los gobiernos de izquierda al mando de Hugo Chávez, Lula da Silva, Néstor Kirchner, Rafael Correa, Evo Morales y Daniel Ortega .
Esos políticos de izquierda recorrían América Latina pidiendo un ‘cambio radical’ hacia una izquierda, que fue tildada como el socialismo del siglo XXI por parte de Hugo Chávez.
Desde que Andrés Manuel López Obrador triunfó en la elección de julio de 2018 no ha habido un golpe en la economía mexicana, que es la segunda más importante de América Latina. Hoy México es el mayor exportador de bienes y servicios de Estados Unidos. Y así desplazó a China al segundo lugar en exportaciones.
Argentina, gobernada desde 2019 por Alberto Fernández, es el país que ha llevado la peor parte entre las economías de América Latina. Este país vive en crisis, endeudado y en medio de una alta inflación y con un caos político peculiar y único.
Chile, que es gobernado por Gabriel Boric, mantiene intacta su preeminencia como una de las economías más confiables de América Latina.
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En Colombia, Gustavo Petro despejó dudas sobre sus políticas, pero su entorno familiar lo ligó al narcotráfico. El ex guerrillero trata de convencer a los inversionistas.
El regreso de Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil, la economías más grande de la región, ha sabido convencer a los inversionistas extranjeros.
«Las perspectivas políticas en la mayor parte de la región son delicadas: hay gobiernos débiles y altos niveles de descontento público; los gobiernos se esfuerzan por hacer reformas, mantener la estabilidad económica e impulsar el crecimiento”, comenta Daniel Kerner, director ejecutivo para América Latina de la consultora de riesgos Eurasia Group.
“Todo esto ocurre en un entorno mundial muy complicado, así que hay cautela por parte de los inversionistas».
Todd Crider, líder de la Práctica Latinoamericana del bufete de abogados Simpson Thacher & Bartlett, dice que América Latina es una “región muy agitada».
«América Latina tiene la oportunidad de ser vista como una especie de refugio seguro y estable, pero no siempre es así, debido a que tiene su propia dinámica política y el giro hacia la izquierda ha aumentado la incertidumbre», añade Todd Crider.