Es la primera vez en 63 años que Hollywood vive la suspensión de dos de las piezas clave del negocio audiovisual: escritores e intérpretes. Ya en 1960, los guionistas también fueron los primeros en declararse en huelga. Les siguió, dos meses después, el sindicato de actores que en esa época lo encabezaba el ex presidente, Ronald Reagan.
Cuando la televisión amenazaba con hundir la industria, actores y guionistas se unieron para exigir una remuneración justa, buscaban un cambio específico y, hasta esos años, inédito: recibir un pago cada vez que una película era retransmitida en televisión. Las llamadas regalías, que hasta ese momento sólo aplicaban cada vez que sus series tenían una nueva emisión.
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Hoy el centro de sus demandas son temas ligados a la era del streaming y al uso de inteligencia artificial.
Al igual que los guionistas, los actores quieren estar protegidos contra el mal uso de sus imágenes, establecer límites a lo que se autoriza en cada contrato y una compensación justa por el uso de su voz, su apariencia y su interpretación para entrenar a la IA también remuneraciones más altas en las compensaciones que reciben cada vez que un servicio de streaming vende los derechos de una producción a un nuevo mercado.
A la huelga de guionistas de Hollywood, iniciada el 2 de mayo para solicitar un incremento del salario mínimo, mayores garantías y una regulación del uso de inteligencias artificiales, se ha unido el cese generalizado por parte del Sindicato de Actores (SAG-AFTRA), asociación que agrupa a más de 160.000 intérpretes y otros artistas.
Fran Drescher, presidenta del sindicato, ha anunciado que los intentos de negociación con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP) han fracasado, al no haberse llegado a ningún acuerdo.
Las demandas de SAG-AFTRA, que cuenta con el apoyo de artistas de gran renombre como Meryl Streep, Margot Robbie, Pedro Pascal, Kevin Bacon y Jane Fonda, abarcan una gran variedad de campos.
Por una parte, se encuentran peticiones más tradicionales, tales como el ajuste de los sueldos a las condiciones de trabajo, pero también existen demandas acordes a los cambios más recientes en el modelo de producción cinematográfico.
Destaca la regulación de las audiciones auto grabadas, que suponen un esfuerzo adicional para los actores, asumido previamente por los departamentos de reparto; así como la protección frente a los servicios de streaming, que han llevado a un desplome de los beneficios.
Otro asunto preocupante para los artistas en huelga es el empleo cada vez más habitual de inteligencias artificiales, posible causante de numerosas pérdidas de empleo y problemas con los derechos de imagen.
Las consecuencias inmediatas son el bloqueo de todas las películas y series que se hallaban en producción, así como la prohibición de alterar los guiones ya escritos, realizar promociones y anuncios de obras cinematográficas concluidas o participar en rodajes fuera de los Estados Unidos.
En cuanto al impacto económico, se prevé que sea devastador para un Hollywood ya resentido por la huelga de guionistas, debido a la unión de dos sindicatos y a la existencia de una inflación previa.
Mientras muchos trabajadores salen a la calle para manifestarse por mayores derechos y mejores condiciones en sus contratos, los estudios se niegan a dar su brazo a torcer y han tenido que tomar medidas drásticas.
La primera de ellas fue detener los rodajes, entre ellos las de películas como Gladiator 2, Deadpool 3 o la última entrega de Misión Imposible, Sentencia Mortal – Parte 2.
Ahora, la industria se está planteando aplazar los estrenos de las que ya llevan tiempo rodadas.SAG-AFTRA tiene 160 000 asociados, ocho veces más que el sindicato de guionistas, así que la huella de esta huelga no va a pasar desapercibida.
Lo que más preocupa al sector son las consecuencias económicas. La industria se paraliza y afecta no solo a los actores y guionistas sino también a todos los que trabajan en el sector.
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Por ejemplo, hace 16 años la huelga de guionistas en Hollywood significo para la economía de California, la pérdida de 200 millones de dólares.
Las cadenas de televisión ya han reforzado su programación con contenido de no ficción, especialmente shows realities, y muchas reposiciones de series y películas. Es solo cuestión de tiempo que los retrasos comiencen a debilitar la oferta de cines, cadenas y plataformas.
Los últimos afectados han sido los Premios Emmy, que han anunciado que se posponen de forma indefinida. Ahora el principal temor es que afecte en breve la temporada de estrenos de películas aspirantes a los Oscar.
Por lo pronto la huelga en Hollywood continua.