Por cuarto año consecutivo a las empresas con operaciones en Argentina les cerraron la llave de los préstamos para que pongan en marcha ampliaciones de fábricas y detonen otros proyectos de inversión, revela el Índice de Deuda Corporativa de Janus Henderson.
Lo vivido por las compañías en Argentina, —un país sumido en una crisis económica y política—, es un caso atípico en momentos en que las empresa contrataron una deuda neta por 456 mil millones de dólares en 2022 y 2023, dice el informe que ayuda a los empresarios a entender mejor la inversión en el universo de la renta fija y las oportunidades.
En 2022 y 2023, las empresas aumentaron un 6.2 por ciento en divisa constante su endeudamiento con la banca comercial, fondos de inversión, el mercado bursátil y otros entes financieros, llegando a un récord de 7.80 billones de dólares de deuda total.
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“La subida de las tasas de interés contribuyó a frenar el apetito por los préstamos, aunque sigue sin tener todavía una repercusión significativa en los costes por intereses a los que se enfrentan la mayoría de las grandes empresas”, afirma el análisis de Janus Henderson, el gestor que maneja activos por 310 mil 500 millones de dólares.
En otras partes de América Latina, los niveles netos de deuda corporativa aumentaron entre las empresas chilenas, colombianas y mexicanas. Mientras que el endeudamiento cayó en las compañías.
«Los niveles de deuda en México (y en todo el mundo) pueden haber aumentado, pero están bien apoyados, y la economía mundial se ha mantenido notablemente resistente”, afirman James Briggs y Michael Keough, gerentes de cartera de renta fija en Janus Henderson.
“La resiliencia y los niveles extraordinariamente altos de rentabilidad de que han gozado las empresas en los últimos dos años reflejan enormes sumas de gasto público deficitario y estímulo de la liquidez del banco central durante la pandemia”, expresan.
“El aumento de los tipos de interés necesario para sofocar la inflación resultante está teniendo éxito en la mayor parte del mundo, pero no está del todo claro cuándo y en qué medida la economía sufrirá las consecuencias más dolorosas (mayor desempleo y menores beneficios)”, dicen los gerentes.
El alza de las tasas de interés no impidió que en 2022 aumentará 25 por ciento la deuda contratada por las empresas colombianas para poner en marcha nuevos planes de inversión y líneas de producción.
Al cierre de 2022, las empresas habían contratado préstamos por más de 20 mil millones de dólares. Las firmas en Chile registraron un alza de 16.60 por ciento de deuda para cerrar en 14 mil millones de dólares.
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Las empresas mexicanas aumentaron su deuda neta durante 2022-2023 a 50 mil millones de dólares, un 8.6 por ciento en divisa constante.
El aumento está en general en línea con el cambio global, pero es mucho menor que el de los mercados emergentes en su conjunto, que registraron un gran aumento del 19.5 por ciento.
El aumento en la deuda corporativa neta mexicana del 8.6 por ciento en divisa constante fue impulsado principalmente por la cervecera Femsa, que tomó prestado para hacer una serie de adquisiciones y fondos de inversión de capital, pero cada empresa mexicana en el index bar one aumentó el endeudamiento en el año. Argentina no tuvo préstamos.
El contraste entre el auge del sector petrolero y la contracción del sector minero resultó evidente en Brasil. Petrobras consiguió que la deuda neta global disminuyera un 6.6 por ciento a tipos de cambio constantes, pero en Vale, los dividendos y las recompras de acciones superaron significativamente el flujo de caja libre, lo que elevó el endeudamiento de la minera. Las empresas brasileñas cerraron la deuda en 55 mil millones de dólares.
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“Para las empresas, unos costos de interés más elevados aumentarán gradualmente la presión en un futuro previsible, afectando a algunos más que a otros en función de su solvencia y de la estructura de su deuda financiera”, manifestó.
Lo más obvio es que las tasas de interés más altas significan que el ‘ingreso’ vuelve a ser un tema. Los inversores ahora pueden fijar niveles significativos de ingresos por primera vez en años.
“No solo eso, sino que cuando las tasas de interés del mercado caen para reflejar una inflación más baja y una economía en desaceleración, los precios de los bonos suben, generando también ganancias de capital. Es probable que los bancos centrales comiencen a recortar las tasas en 2024”, concluyó.