El maíz que se cultiva en Argentina tiene gran oportunidad de llegar a más mercados extranjeros, ya que cuenta con una mayor presencia que la que tiene el fútbol, por ello, se requieren acciones que faciliten su exportación, demandan agricultores del país campeón del mundo en la justa deportiva del balompié.
“El maíz ostenta el título de ser el producto con presencia en más mercados; en 2022 fueron 117 países. Es decir Argentina estuvo presente en más países con el maíz que con el fútbol”, afirmó Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República de Argentina (CIARA-CEC).
En el marco del Congreso Maizar 2023, realizado en Argentina, Gustavo Idígoras señaló que en ese país faltan expertos en inserción internacional de mercados y no necesitan especialistas que “frenen” a la comercialización del grano en otras regiones del mundo.
“Los primeros se pueden contar con los dedos de las dos manos, pero hay cientos de funcionarios e incluso ministerios enteros con gran expertise (experiencia) en cerrar mercados”, señaló.
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La Bolsa de Comercio de Rosario, en Argentina, dio a conocer que en la primavera del año pasado, los agricultores locales cubrieron 7.9 millones de hectáreas con maíz, la superficie cultivada más grande que se tiene en registros para el cereal.
“El mercado internacional, que compra maíz para la producción de alimentos, es la principal fuente de demanda para el cereal argentino. Las industrias alimenticias y energéticas locales consumen un 30 por ciento de la cosecha, mientras que el 70 por ciento es comercializado como grano en mercados externos”, detalló la Bolsa.
Los principales mercados para el grano amarillo argentino son Asia, América del Sur y África. En el periodo 20020-2021, Argentina abasteció el 22 por ciento de la demanda externa asiática con 18.5 millones de toneladas, el 42 por ciento de la sudamericana con 6.9 millones, y el 14 por ciento de la africana con 5.7 millones de toneladas.
Contratiempos fiscales
Aunque Argentina se colocó en 2021 como el segundo exportador de maíz, por debajo de Estados Unidos, uno de los grandes problemas que enfrentan los agricultores, es la retención del 12 por ciento sobre el cobro de impuestos, contra el cero por ciento que pagan exportadores de países como Brasil o EU.
“El gobierno le exige (a los productores argentinos) registrar su exportación un año antes y pagar retenciones a un año vista sin saber cuál será el precio cuando finalmente concrete la operación, cuando ingresa las divisas, y estas no son de libre disponibilidad”, explicó el presidente de la CIARA-CEC.
También señaló que cuando se exporta maíz a destinos como los del sudeste asiático, a los que la mercancía puede tardar casi un mes en arribar, el Banco Central de Argentina pide el ingreso de divisas en no más de 15 días.
“Si no cobraste, no importa. Y si te pasas dos días, te pueden aplicar la ley penal cambiaria. Para peor, hay cuotas de exportación, por las que hay que rogar a un funcionario que abra un determinado volumen, y si no te anotas, no te doy más; y hay que dar precio a 12 meses vista”, destacó.
Valor agregado
Otra exigencia para los exportadores es el cumplimiento de estándares, normas de calidad, información y trazabilidad de las nuevas tecnologías, retos a los que los proveedores también se tienen que adaptar, mencionó Marcelo Elizondo, especialista en negocios internacionales.
“Las grandes empresas que primero vendían productos, luego vendían tecnología, y ahora son las que imponen estándares. Se trata de un terreno móvil sobre el que se generan ecosistemas y alianzas”, dijo.
Para la exsecretaria de Comercio Exterior de Argentina, Marisa Bircher, la oportunidad de promover el maíz al exterior responde también a una urgencia de colaboración entre el gobierno y la iniciativa privada.
“Esa oportunidad sigue estando. Ahora el desafío es desarrollar esos mercados, donde el Estado sea puente, pero no intervenga en la operación comercial”, comentó.
Plan verde
Las cláusulas ambientales de la Unión Europea se suman a la lista de requisitos para elevar la exportación, nuevas reglas que los gobiernos deben asumir, sobre todo, en un escenario en el que, a partir de enero de 2027, el 100 por ciento del maíz con destino externo tiene que ser libre de deforestación.
“Ser respaldado por programas de captura de carbono y mejorar sistemáticamente los indicadores laborales, es lo que va a definir que podamos seguir vendiendo a 117 mercados o a ninguno”, mencionó el presidente de la Cámara Aceitera.
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La exfuncionaria recordó que Argentina además se ha abierto a otros mercados desde el Mercosur, por lo que cumplir con las obligaciones medioambientales a nivel internacional es fundamental para competir.
“El Comercio Exterior es clave para la economía y para las economías regionales. Lo que viene es desarrollar los mercados donde hubo una apertura. La balanza comercial se fue moviendo hacia Indonesia, Vietnam, India. Podemos ofrecer alimentos que aún no están llegando”, apuntó.