Ecuador se enfrenta a una nueva crisis luego que el presidente Guillermo Lasso, disolviera la Asamblea Nacional y convocara a nuevas elecciones. El mandatario de 68 años gobernará por decreto por un máximo de seis meses.
Luego de presentarse ante la Asamblea donde se defendió de las denuncias de corrupción en su contra, el presidente de derecha decidió disolver la Asamblea Nacional con un proceso conocido popularmente como «muerte cruzada», argumentando una «grave conmoción interna y política».
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La llamada “muerte cruzada”, introducida en la Constitución en 2008, nunca había sido usada hasta ahora. Pone fin al mandato de los diputados del parlamento, pero también obliga el presidente a convocar nuevas elecciones generales.
Para el presidente, esta opción era probablemente la única forma de salvarse de esta crisis política y mantenerse en el poder unos meses más. En efecto, llegó unos días antes de la votación de la moción de censura para destituirlo por la Cámara. Para expulsar al presidente, se necesitaban los dos tercios de votos a favor, es decir 92.
La oposición acusa al presidente de Ecuador de malversación de fondos públicos por no actuar al tener conocimiento de presuntas irregularidades en un contrato firmado por una empresa estatal de transporte de petróleo.
Guillermo Lasso se defendió frente a la Asamblea Nacional argumentando, entre varias cosas, que este contrato había sido firmado por el antiguo gobierno antes de que llegara al poder.
Entrevistado por medios extranjeros, Lasso dijo sentirse víctima de una persecución política por haber aumentado las incautaciones de droga y haber atacado la corrupción. “He escogido gobernar seis meses en el purgatorio en lugar de dos años en el infierno” señaló.
Guillermo Lasso Mendoza llegó en el poder en mayo de 2021, obteniendo más del 52% de los votos frente a su adversario de izquierda, Andrés Arauz. El antiguo banquero y conservador fue elegido sobre un programa económico neoliberal y la promesa de una campaña de vacunación contra el Covid-19.
Pero después de haber disfrutado altas tasas de aprobación, su Gobierno se enfrentó a un creciente problema de seguridad en el país, especialmente en el sistema carcelario. Varias cárceles fueron escenario de masacres de prisioneros, llevando a más de 100 el número de asesinatos carcelarios en el año 2022.
Ahora el futuro del país es incierto porque no se sabe quién podría ganar las próximas elecciones en Ecuador.