El papa Francisco empezó su gira en África en República Democrática del Congo. Se trata del quinto viaje del papa Francisco al continente, pero es la primera vez que un pontífice visita este país en 37 años.
En su primer acto del viaje, Francisco pronunció un fuerte discurso ante las autoridades en el Palacio de la Nación de Kinsasa, denunciando el colonialismo económico en el continente.
«Tras el colonialismo político, se ha desatado un colonialismo económico igualmente esclavizador», dijo, tomando como ejemplo la RDC, un país «abundantemente depredado, que no es capaz de beneficiarse suficientemente de sus inmensos recursos: se ha llegado a la paradoja de que los frutos de su propia tierra lo conviertan en extranjero para sus habitantes».
Lee: Los call center están ayudando a la educación en Haití
El país es de particular interés económico debido a las minas de coltán, un mineral compuesto por columbita y tantalita, que es clave para la fabricación de teléfonos móviles, otros aparatos de comunicaciones y armamento moderno.
El coltán es un mineral escaso y muy preciado, República Democrática de Congo posee el 80% de las reservas mundiales de este nuevo ‘oro negro’. Cada kilo de coltán les cuesta la vida a dos personas en Congo. Ese mineral tan codiciado por los occidentales financia un baño de sangre en el corazón de África. Más de 120 grupos armados se lucran de la extracción ilegal de coltán para comprar armas con las que cometen masacres masivas sobre poblaciones civiles y otras atrocidades.
Manguredjipa, a más de 450 kilómetros de la ciudad de Goma, es una modesta aldea situada en la región de Kivu Norte. No tiene hospitales, ni colegios, ni hoteles… a decir verdad, no tiene casi ningún atractivo, salvo uno: una mina de coltán
El Papa también hizo referencia al comercio de diamantes, recolectados en condiciones particularmente peligrosas.
«El veneno de la avaricia ha ensangrentado sus diamantes», dijo en referencia a las mineras de esta piedra preciosa donde se esclaviza y mueren muchos de sus trabajadores, muchos de ellos niños.
«Es un drama ante el cual el mundo económicamente más avanzado suele cerrar los ojos, los oídos y la boca. Sin embargo, este país y este continente merecen ser respetados y escuchados, merecen espacio y atención», agregó Francisco.
Frente al entusiasmo y a la energía de la multitud reunida, el Papa concluyó:
«Quiten las manos de la República Democrática del Congo. Quiten las manos de África. Dejen de asfixiarla, porque África no es una mina que explotar ni una tierra que saquear».
Lee: Una mayor penetración de banda ancha móvil generará riqueza en América Latina
El Santo Padre finalizo su gira por África, en Sudán del Sur donde exhortó a construir plenamente la paz. Es la primera vez que un Papa visita este país donde en 2015 y 2018, partes en el conflicto más reciente se comprometieron a crear un Tribunal Híbrido con el apoyo de la Unión Africana para investigar y enjuiciar crímenes de guerra y otras violaciones de derechos humanos cometidos en el conflicto desde diciembre de 2013. Pero la creación de este Tribunal se ha aplazado, lo que deja a millones de sobrevivientes y víctimas pocas perspectivas o ninguna de que se rindan cuentas por crímenes de derecho internacional.