La llamada “Economía Gig “vino para quedarse, se trata de un concepto que se ha popularizado en los últimos años y que tiene una relación muy estrecha con los trabajadores independientes.
Con ayuda de la tecnología y de nuevos modelos de negocio, esta nueva forma de trabajo ha revolucionado el trabajo tradicional y ha incrementado las opciones laborales a nivel global, aún más bajo el contexto mundial actual, convirtiéndose en una salida viable y sostenible para muchos que han perdido sus trabajos o disminuido sus ingresos a causa de la pandemia por Covid-19.
Empresas como Rappi, Uber, DiDi, entre otras aplicaciones, operan bajo este modelo en servicios como transporte y entregas, con base en plataformas tecnológicas.
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Rápidamente está ganando cada vez más terreno en el mundo, casi un tercio de los trabajadores en edad laboral en Estados Unidos y Europa son empleados autónomos o independientes.
El diccionario de Cambridge la define como una forma de trabajo donde las personas desempeñan trabajos temporales y/o realizan tareas específicas, que cobran de forma independiente sin tener que trabajar para un empleador. Usualmente, estos servicios se ofrecen a través de plataformas digitales que conectan a los trabajadores con usuarios que demandan por un servicio específico.
El término surgió en Estados Unidos tras la crisis financiera de 2008, debido al colapso de la llamada “burbuja inmobiliaria”. La reducción drástica de la liquidez trajo como consecuencia la búsqueda por fuentes alternativas de ingresos. Fue en esta época en la que surgieron algunos de los principales representantes de esta economía como lo son Airbnb y Uber, entre otros que se han ido sumando al ecosistema latinoamericano, como lo es Rappi.
El término “Gig” proviene de la jerga musical y se refiere a las actuaciones cortas que realizan los grupos musicales. Los trabajadores son expertos en determinadas disciplinas que ofrecen su talento a más de una empresa de forma independiente.
No tienen nómina fija a final de mes, ni tampoco horarios y, por supuesto, no ofrecen un compromiso de permanencia. En este caso, trabajan por un tiempo limitado y facturan por proyecto.
En países como México por ejemplo, según Forbes, ya hay 14 millones de personas trabajando bajo esta modalidad, lo que comprende el 33 por ciento de la fuerza laboral del país.
En América Latina se pronostica un crecimiento de la Gig Economy (como se le llama en inglés) de 14 mil millones de dólares en 2014 a 335 mil millones de dólares en 2025.
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Para quienes ofrecen sus servicios también hay varias ventajas. La principal es la flexibilidad. Un trabajador gig escoge los horarios y los días en los que trabaja. Puede hacerlo desde cualquier lugar y puede contratarse con empresas de cualquier parte del mundo. Este tipo de trabajo también es visto como una opción para complementar el ingreso principal de las personas.
De acuerdo con ManpowerGroup, los países donde más personas están abiertas a hacer un trabajo freelance, por contrato, temporal o independiente son México e India. En estos países el 97 por ciento de las personas encuestadas están dispuestas a probar esta modalidad.
De Igual manera puede atravesar fronteras, muchos de los trabajos pueden hacerse a distancia, para lo que solo se necesita una conexión de Internet.
Existen trabajadores independientes que prestan servicios desde sus casas o mientras viajan, por ejemplo. No importa el lugar donde se encuentren, el único requisito es contar con una computadora, o incluso en algunos casos, solo un teléfono celular conectado a Internet.
Así como el trabajo es realizado con la ayuda de Internet, los pagos también los son. Las plataformas utilizan medios seguros para realizar los pagos, favoreciendo tanto al prestador de servicio como al consumidor.
Incluso, podemos encontrar plataformas que utilizan tecnología Blockchain para realizar los pagos, efectuando la remuneración por medio de criptomonedas.
Uber o Airbnb son dos buenos ejemplos de este tipo de economía, en este caso enfocándose no tanto en los profesionales y sus conocimientos técnicos como en cualquier persona con unos mínimos requisitos (una habitación libre o un carné de conducir), generando así la llamada colaborativa.
Como vemos la Gig Economy mueve grandes cantidades de dinero por la gran variedad de oportunidades que crea. Por ser algo asequible tanto para consumidores como productores se ha popularizado en todos los ámbitos colaborando con la economía mundial.