Sobre su ropa de lana llevan todo el equipamiento de un montañista: cascos, crampones, piquetas, botas y polainas. Pero, en lugar de una mochila, cargan a la espalda un aguayo, tradicional bulto de tela a rayas que usan las mujeres en el altiplano donde guardan sus pertenencias.
Son las Cholitas Escaladoras de Bolivia Warmis, un grupo de mujeres aimaras que han logrado subir a las más altas montaña de los Andes y reivindica los derechos de las mujeres originarias a través del montañismo.
El Huayna Potosí fue la primera montaña que conquistaron en el 2015, ubicada al oeste de Bolivia se encuentra a 6.088 m s. n. m.
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Desde entonces, el grupo no ha parado de escalar, empezaron con 10 integrantes y ahora han llegado a ser 16 y juntas han llegado a la cima de las principales montañas de Bolivia: Illimani, Parinacota, Prapami, hasta el volcán de Sajama, la cumbre más alta de Bolivia.
Todas ellas son amas de casa, cocineras e incluso esposas de guías de montaña que ha decidido cumplir sus sueños…y lo hacen utilizando su ropa tradicional como una manera de reivindicar los derechos de los indígenas en su país y el mundo. A las mujeres originarias de Bolivia se las conoce como cholas o cholitas. Aunque algunos usan esos términos con desprecio, para muchos hoy es una palabra más y en este caso es sinónimo de lucha y coraje.
La líder del grupo es Lidia Huayllas, hija de un guía de montaña y se ha hecho muy conocida por ser escaladora de montañas, demostrado que la mujer aimara puede tener diversas facetas y la voluntad para derribar infinitas barreras.
La ropa que Lidia y sus compañeras de las Cholitas Escaladoras usan para sus escaladas es casi la misma que usan en sus actividades diarias: un sombrero negro, falda o pollera y una manta bordada para cubrir sus hombros.
Lidia destaca que mantener sus ropas tradicionales en sus travesías ha sido un punto importante en la defensa de su identidad: “En nuestro país había mucha discriminación hacia la mujer de pollera, a la mujer indígena”, explica. Lidia menciona que hubo grandes prejuicios para superar cuando quisieron empezar como cholitas escaladora.
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Tienen entre 18 y 42 años y ni el frio (10 grados bajo cero) o el accidentado terreno las hace retroceder. Tras haber conquistado en 2019 el Aconcagua, la montaña más alta de Sudamérica, sueñan en grande: quieren subir el Everest. Y sabemos que pronto lo lograran.