Desde 1989 su vida no ha sido la misma. Salman Rushdie vivía con miedo y permanente alerta. Fue hace más de 30 años, el 14 de febrero de 1989, cuando el ayatolá Ruhollah Jomeini, de 88 años, entonces gobernante espiritual de Irán, condenó al escritor británico a muerte mediante una fatwa, una sentencia legal en virtud de la sharia.
Su delito fue la blasfemia contra el profeta Mahoma en su novela Los Versos Satánicos , en varios niveles.
El más grave fue la sugerencia de que Mahoma no fue el único receptor del mensaje del ángel Gibreel (Gabriel), sino que el propio Satanás intervino en ocasiones para distorsionar ese mensaje.
Esto, por supuesto, se presenta como recuerdos alucinatorios del personaje aparentemente trastornado de la novela, Gibreel Farishta. Pero debido a la creencia común en la identidad compartida de autor y narrador, se considera que el autor es responsable de las palabras y acciones de un personaje. Y así, el autor fue condenado.
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Décadas después el ataque se dio y esta vez el novelista pudo salvar su vida, fue apuñalado por Hadi Matar, de 24 años, de Nueva Jersey, que saltó al escenario y lo agredió en el cuello y el abdomen.
La blasfemia contra Mahoma es un delito imperdonable en el Islam: una especie de santidad divina rodea al Profeta del Islam.
Todo sucedió el pasado viernes 12 de agosto en un evento de la Institución Chautauqua, al suroeste de Búfalo, en el estado de Nueva York, el tema era la difícil situación de los escritores de Ucrania y la responsabilidad ética de los estados nacionales liberales hacia ellos. Rushdie ha sido un defensor a ultranza de la libertad de expresión a lo largo de su carrera.
Salman Rushdie, de 75 años, sufrió heridas en el hígado, en los nervios de un brazo y en un ojo, y estaba conectado a un respirador artificial, dijo su agente Andrew Wylie el viernes por la noche. Agregó que es probable que pierda el ojo herido. En las últimas horas se supo que estaba respondiendo bien al tratamiento aunque no volverá a ser el mismo.
En las últimas horas las noticias son más alentadoras, Salman Rushdie ha recuperado la voz y es capaz de respirar sin ayuda. El escritor británico-estadounidense está, así, «en el camino de la recuperación», según confirmó su agente, Andrew Wylie, al diario ‘New York Times’.
Del atacante se sabe que es hijo de padres libaneses y se desconocen con exactitud qué motivó a Hadi Matar a actuar de la manera en que lo hizo, pero su acción no puede desvincularse de la fatwa de 1989 y la recompensa por su cabeza en el mundo musulmán, de más de 3 millones de dólares para cualquiera que lo mate.
Los investigadores trataban de determinar si el atacante actuó solo. Hadi Matar que nació una década después de la publicación de la polémica novela de Salman Rushdie es un declarado simpatizante de la Guardia Revolucionaria de Irán, que es la fuerza militar más ideologizada y fundamentalista de ese país, y todo indicaría a que actuó con premeditación.
El gobierno teocrático de Irán y la prensa estatal no ofrecieron explicación del ataque. En Teherán, algunos iraníes elogiaron el ataque contra un autor que, según ellos, mancilló la fe islámica, mientras que otros temían que aislarse aún más al país.
En el mundo literario Salman Rushdie es sinónimo de libertad y valentía porque decidió enfrentar al fanatismo religioso pero casi le costó la vida, mientras su novela publicada en 1988 Los Versos Satánicos que desató una controversia mundial sin precedentes: en pocos meses fue víctima de censuras, prohibiciones, amenazas de bombas, manifestaciones, quemas de libros y atentados con decenas de víctimas fatales, ahora 33 años después está nuevamente en la mira.
En las últimas horas con ayuda del internet se ha disparado en ventas y es uno de los libros más buscados del mundo. Incluso hay quienes están pidiendo comprar la novela como una forma de expresar solidaridad ante el ataque del que fue víctima su autor Salman Rushdie.
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