Unos 20 días antes de que Rusia invadiera Ucrania, 24 de febrero, el presidente Vladimir Putin firmó un pacto con su homólogo de China, Xi Jinping, en donde se comprometieron a que “no tendrán límites” en su alianza. Tres meses y medio después reforzaron esos lazos de apoyo.
Xi aseguró, a su homólogo ruso el apoyo de Beijing en materia de «soberanía» y “seguridad”, que incluyen lazos comerciales, financieros y tecnológicos, lo cuales pueden afectar los esfuerzos liderados por Estados Unidos para restringir a Rusia con sanciones económicas y controles de exportación, tras su incursión a Ucrania.
El comercio bilateral, un tema prioritario, se ha expandido desde 2014, pero los flujos son asimétricos. En 2021, China representó el 18 por ciento del comercio de Rusia, mientras que Rusia representó una participación del 2 por ciento del comercio de China. La participación del gigante asiático en el comercio ruso ha crecido constantemente desde el 11 por ciento en 2013, a expensas de la Unión Europea (UE).
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China está comprando cantidades récord de carbón ruso barato, incluso cuando las naciones occidentales golpean a Moscú. En abril, la segunda economía más grande del mundo no solo compró más carbón de Rusia que nunca, sino que también eliminó los aranceles de importación de todos los tipos de carbón, una medida que, según los analistas, beneficiará principalmente a los proveedores rusos.
Las importaciones de carbón de China procedentes de Rusia casi se duplicaron entre marzo y abril, alcanzando los 4.42 millones de toneladas métricas, según datos comerciales de Refinitiv.
Rusia ha superado a Australia como segundo proveedor de China desde el año pasado y ahora representa el 19 por ciento de sus importaciones de carbón, frente al 14 por ciento que tenía en marzo.
La alineación de China con Rusia también parece ser parte de esfuerzos más amplios para crear sistemas globales alternativos en comercio, finanzas y tecnología que podrían intensificar y desafiar el orden económico global liberal, la relajación de las tensiones comerciales y las garantías mutuas sobre las disputas fronterizas han profundizado los lazos entre ambas naciones.
Moscú y Beijing han permitido que ambas partes se centren en otras prioridades geopolíticas. Desde 2014, estos aliados han llegado a acuerdos en comercio, energía, finanzas, tecnología y aeroespacial, al tiempo que aumentan la cooperación diplomática y de Defensa.
Rusia consume exportaciones estratégicas de China, que incluyen energía, fertilizantes y metales (por ejemplo, oro, níquel, titanio y platino).
El gigante asiático ha estado recurriendo cada vez más a Moscú en busca de petróleo crudo, gas natural y carbón, y Moscú podría convertirse en un proveedor más importante de trigo y fertilizantes a medida que China enfrenta escasez.
Después de la invasión rusa de Ucrania en 2022, China levantó las restricciones a la importación de trigo ruso, exporta a Rusia maquinaria y productos electrónicos (28 mil 800 millones de dólares), seguida de metales básicos (5 mil 700 millones de dólares), textiles y prendas de vestir (5 mil 400 millones de dólares) y vehículos, barcos y aeronaves (5 mil millones).
La guerra podría profundizar los lazos bilaterales si el acceso de Rusia a los mercados globales se deteriora aún más y si China mira a Moscú para abordar la escasez global. Las interrupciones en Ucrania probablemente afecten el acceso de Beijing a los productos agrícolas (por ejemplo, maíz, aceite de girasol y carne de cerdo).
China recurrió a Ucrania para diversificarse y alejarse de las exportaciones estadounidenses y ahora está buscando proveedores alternativos. Dado su papel descomunal como comprador, China podría desplazar a los países que buscan alimentos y energía escasos.
Las empresas de la República Popular China han ganado anteriormente participación en los mercados sancionados por Estados Unidos; la retirada de las empresas energéticas, financieras y tecnológicas de EU. y sus aliados de Rusia ofrece oportunidades para la economía creciente china.
Además, desde que Rusia y China acordaron en 2019 reducir el uso del dólar estadounidense, alrededor de 25 % de su comercio bilateral se liquidó en rublo ruso.
Las empresas podrían tratar de aprovechar el comercio de trueque, un sistema de comercio fronterizo utilizado durante la década de 1990 y métodos similares utilizados en el comercio de Irán, especialmente para el comercio de productos básicos y otro comercio estatal.
Los líderes de China no han condenado la invasión de Ucrania por parte de Rusia, sino que culpan en gran medida a Estados Unidos y a sus aliados de la OTAN, se han negado a unirse a la iniciativa liderada por la Unión Americana en la imposición de sanciones al gobierno y aliados del gobierno de Putin.
La crítica de China a las sanciones dirigidas por Estados Unidos parece ignorar cómo ha utilizado la coerción económica, las prohibiciones de importación y los embargos comerciales de facto contra países con fines económicos y políticos.
El gobierno de la República Popular China se ha posicionado para participar en contra sanciones mediante la promulgación de nuevas leyes contra las sanciones y el bloqueo de medidas para contrarrestar las sanciones extranjeras con las que no está de acuerdo.
Estas leyes y medidas contienen disposiciones para castigar a las empresas chinas y extranjeras que cumplan con tales sanciones. Los líderes chinos pueden evaluar que Beijing no enfrentará consecuencias por su apoyo a Rusia y su falta de voluntad para imponer sanciones a Rusia.
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