Latinoamérica es una de las regiones que sufre mayor desigualdad económica, es decir, una región donde la diferencia de ingresos y la pobreza son preocupantes.
Para hacernos una idea de la situación:
- Pobreza Extrema: de 1 a 2 dólares al día (30 – 60 dólares mensuales)
- Pobreza: de 2 dólares al día hasta alcanzar la canasta básica (60 – 100 dólares mensuales)
- Sueldo Mínimo: de 6 a 20 dólares al día (180 – 600 dólares mensuales)
- Sueldo Promedio: 25 dólares al día (750 dólares mensuales)
En Latinoamérica se da esta diferencia alarmante debido a la discriminación laboral, la informalidad y la corrupción.
Según incluyeme.com, hay 85 millones de personas discapacitadas en Latinoamérica y 3 de cada 4 están desempleadas. Eso quiere decir que hay alrededor de 63 millones de personas discapacitadas desempleadas.
Igualdad para todos
Existen programas de inclusión laboral para discapacitados que trabajan con distintas metodologías para implementar estrategias de inclusión en las empresas.
Uno de los testimonios de estos programas es Keyla Moreno, asistente administrativa en Aramark. Ella expresa que “las personas que tengan una discapacidad como yo tengan fe y seguridad en sí mismas. Porque si tienes seguridad y fe en ti mismo todo va a salir adelante y vas a conseguir la empresa que tu quieres”.
Así como este testimonio, hay muchas personas discapacitadas que trabajan en puestos importantes para empresas internacionales como Google, Lenovo y otras empresas que han sabido sacar el máximo potencial de las personas
Impacto del COVID en las personas discapacitadas
Pese a los distintos programas de inclusión social, el COVID ha sido un obstáculo para lograr la inclusión social. Entre las principales dificultades está:
- Personas que por su condición médica no pueden usar mascarillas.
- Las personas con problemas de visión, sordera o retraso cognitivo que tienen dificultad para adaptarse al teletrabajo
Las formas de superar estos obstáculos es la sensibilización de las empresas, la orientación durante el trabajo y la inversión en accesibilidad. En otras palabras, si es una dificultad el uso de computadoras para hacer teletrabajo, las empresas deben tomar consciencia de estas situaciones, invertir en apps para que las personas discapacitadas puedan hacer teletrabajo, y enseñar a usar las apps a sus trabajadores.
¡Trabajemos juntos por un mundo igual para todos!
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