Estados Unidos anunció esta semana que realizará un boicot diplomático a los Juegos Olímpicos de Invierno que se celebrarán en China en 2022.
El gobierno estadounidense llevaba ya un tiempo evaluando la opción del boicot diplomático a este evento deportivo, que tendrá lugar en Pekín dentro de un par de meses. El presidente de EE.UU., Joe Biden, había confirmado el mes pasado que está acción estaba siendo considerada.
Pero, ¿en qué consiste el boicot diplomático?
En principio, los deportistas no tendrían por qué verse necesariamente afectados. La administración de Biden ha asegurado que sus ciudadanos podrán participar en los Juegos. Eso sí, no contarán con una delegación oficial de diplomáticos que los representen.
La Casa Blanca no enviará ninguna representación oficial ni diplomática a Pekín con motivo de los Juegos de Invierno ni de los Paralímpicos. “Los atletas del equipo de Estados Unidos tienen todo nuestro apoyo”, dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, según publicó el diario británico The Guardian. “Estaremos con ellos al 100% animándolos desde casa. No contribuiremos al espectáculo de los Juegos”.
Así, la relación entre dos de las potencias más grandes del mundo vuelve a enfriarse y llenar el ambiente de tensión. Los motivos que llevaron a EE.UU. a optar por este camino son, según explicó Psaki, “el continuo genocidio y crímenes contra la humanidad en Sinkiang y otros abusos a los derechos humanos”.
Sinkiang es una de las cinco regiones autónomas de China y el escenario de un movimiento independentista que involucra a la etnia de los uigures, su pueblo nativo. Tradicionalmente, los uigures son musulmanes, y en las últimas décadas han sufrido represión por parte del gobierno chino, que ha creado campos de internamiento a los que han ido a parar de manera forzada más de un millón de uigures. Allí se les intenta adaptar al pensamiento y cultura china que favorece el gobierno.
Según activistas y medios de comunicación, los uigures sufren abusos en estos centros que incluyen maltratos, violaciones y torturas. Y, según la propia Psaki: genocidio. “Una representación estadounidense diplomática u oficial trataría estos juegos como algo usual frente a los indignantes abusos a los derechos humanos y las atrocidades de la República Popular de China en Sinkiang… Simplemente no podemos hacer eso.
China ha dicho en alguna ocasión que, en caso de un boicot a su evento, tomaría medidas, según explicó la BBC. El portavoz de la cancillería china, Zhao Lijian, respondió este lunes que “los Juegos Olímpicos de Invierno no son un escenario para posturas y manipulación política”, según publicó The Guardian. La administración china considera que los campos de internamiento no vulneran los derechos de los uigures, sino que sirven para “reeducarlos” y combatir la expansión del independentismo y el terrorismo islamista en la región.
Este es el primer boicot de EE.UU. a los Juegos Olímpicos en 40 años. En 1980, este y otros países boicotearon los Juegos que se celebraron en Rusia para protestar contra la invasión soviética a Afganistán.