En una región semiárida del estado de Bahía al Nordeste de Brasil, dos agricultores han logrado transformar el suelo desértico en un bosque, en base a un sistema agroforestal que sustituye una agricultura que debilita los suelos por otra capaz de restaurarlos.
Los agricultores son Nelson Araujo y Ernst Gotsch. El primero es ingeniero y agricultor, quien considera y espera que en unos años este lugar tenga plantas de todos los tamaños y de una gran variedad de especies, de las que se pueda extraer frutos de consumo y alimento para los animales durante todo el año.
Ernst Gotsch es investigador y agricultor suizo, según Believe Earth, él es un profundo entendedor de los sistemas naturales. En un año plantó 500 hectáreas de bosque intercaladas con cacao, banana, hortalizas y cree firmemente que los seres humanos “En vez de explotadores, podemos ser creadores de recursos” y que todas las especies somos parte de un macroorganismo que funciona bajo la lógica de la cooperación y el amor incondicional a la vida.
¿Cómo pasó a ser un bosque?
El desierto pasó a ser un bosque porque Nelson Araujo y Ernst Gotsch en lugar de volver genéticamente las plantas más resistentes, mejoraron el equilibrio ecológico. Inició con la siembra de cultivos agrícolas junto a semillas de árboles y plántulas, luego de un tiempo la sombra de los árboles restauró la fertilidad de la tierra y las legumbres sembradas aportaron mineral; sumado al podado como cortando constante de ramas fundó la fijación del nitrógeno en la tierra y actualmente es posible sembrar más cultivos.
La técnica aplicada es la que se conoce actualmente como “agricultura sintrópica”, técnica que en síntesis parte de entender el gran potencial de recuperación del propio medio ambiente cuando la acción humana participa en su enriquecimiento y equilibrio.
La agrónoma Eunice Maia de Andrade, especialista en conservación de suelos y aguas en la región semiárida, señaló para BBC que “estos sistemas facilitan la infiltración de agua y reducen la escorrentía superficial, lo que protege la microbiología del suelo y ayuda a retener los nutrientes.
El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, por sus siglas en inglés) señaló que «los sistemas agroforestales pueden contribuir a mejorar la productividad alimentaria al tiempo que mejoran la conservación de la biodiversidad, el equilibrio ecológico y la restauración en condiciones climáticas cambiantes». La agricultura sintrópica concilia la restauración ambiental con la producción de alimentos.
Finalmente, esta transformación verde y recuperación de ecosistema es relevante, más aún en un contexto de cambio climático porque facilita la adaptación como la reducción del impacto ambiental.