El primer ministro de Irak, Mustafá al Kazimi, escapó ileso el pasado sábado de un ataque con un dron en su residencia de Bagdad, según informó su oficina en un comunicado.
Kazimi, de 54 años, lleva poco más de un año en su puesto, para el cual fue elegido en remplazo de Adil Abdul-Mahdi, quien dimitió tras las protestas de 2019 y 2020. El dron con el que se intentó atacarlo iba cargado de explosivos, según informa la BBC. La nave en chocó contra el edificio donde vive Kazimi e hirió a seis de sus guardaespaldas, según dijeron fuentes oficiales a la cadena británica.
De momento se desconoce quiénes pueden ser los autores del intento de asesinato. Según las fuerzas de seguridad iraquíes, el atentado se llevó a cabo con tres drones que salieron de un puente sobre el río Tigris. Sin embargo, los efectivos de seguridad consiguieron interceptar a dos de ellos.
En este tipo de ataques con drones son muy poco comunes, pero es posible que dejen de serlo. El precio de estos dispositivos es cada vez más accesible y pueden ser comprados fácilmente por internet. Su utilización no es complicada y los drones comerciales pueden llegar a cargar hasta cerca de dos kilos, mientras que los profesionales pueden transportar más de 200 kilos.
Hace tres años, drones fueron utilizados en un intento de atentar contra el líder de Venezuela, Nicolás Maduro. El mandatario se encontraba dando un discurso durante un desfile militar cuando tres drones que cargaban explosivos estallaron en los alrededores de la tarima donde estaba.
El ambiente en el que se ha intentado llevar a cabo el atentado en Irak también era en principio bastante seguro. La residencia del primer ministro se encuentra en la Zona Verde, una de las áreas de máxima seguridad de la capital iraquí. Aunque la ciudad había vuelto a ser sede de violentas protestas últimamente, después de que las elecciones del 10 de octubre hayan dejado a muchos descontentos.
En estos comicios, el partido del clérigo chiita Muqtada al Sadr mantuvo su liderazgo con 73 escaños, seguido por el bloque Taqaddum con 37 y la Coalición del Estado de Derecho con 34 escaños. La Coalición Al Fatah, que cuenta con el respaldo de Irán, se ha negado a aceptar los resultados tras perder 31 escaños y quedarse con solo 17.
Este malestar se ha extendido entre quienes respaldan la influencia de Irán en el país. Kazimi estuvo a la cabeza de los servicios de inteligencia en 2016, cuando el país libraba una guerra contra el Estado Islámico. Antes de eso fue un periodista muy crítico con el régimen de Sadam Husein. Es conocido como un buen negociador, pero ahora se enfrenta a acusaciones de fraude que han ido tan lejos como para intentar atentar contra su vida.
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