Los intentos de llegar a Estados Unidos de manera irregular vuelven a copar las portadas, pero esta vez lo que llama la atención son los mecanismos desesperados a los que están recurriendo muchos migrantes con la intención de cruzar la frontera.
Las autoridades de Guatemala descubrieron la semana pasada a más de un centenar de personas de diversos orígenes apretadas dentro de un contenedor marítimo que había sido abandonado a un lado de la carretera, según informó la BBC.
Los gritos de los migrantes fueron oídos por gente de la zona, entre las poblaciones de Nueva Concepción y Cocales, quienes llamaron a la policía. Las autoridades creen que los 126 migrantes habían contratado a traficantes de personas para que los llevaran hasta la frontera entre Estados Unidos y México.
La gran mayoría de este grupo, 106, son ciudadanos de Haití; mientras que entre el resto hay 11 nepalíes y nueve ghaneses, según reportó AFP. Según la BBC, los migrantes habrían entrado a Guatemala a través de Honduras, adonde las autoridades guatemaltecas los van a devolver.
No solo los latinoamericanos cruzan el continente con el objetivo cumplir el sueño americano. Cada vez es más común encontrar ciudadanos de países africanos y asiáticos recorriendo la región con la misma finalidad.
Entre Colombia y Panamá, el tapón del Darién se presenta como uno de los mayores obstáculos para quienes quieren alcanzar Estados Unidos desde Sudamérica. Recubierto de una densa selva tropical, este paso ha visto morir este año a más de 50 migrantes que intentaron cruzarlo, según la BBC.
También la semana pasada, la policía mexicana halló en el norte del país tres camiones refrigerados en los que se escondían 652 personas que esperaban poder llegar a la frontera en ellos. De estos, al menos un tercio eran menores de edad no acompañados. Hacía muchos años que las autoridades mexicanas no veían algo así, según The Guardian.
La gran mayoría provenía de Centroamérica, siendo los guatemaltecos el colectivo más numeroso (564). México ha visto en las últimas semanas una reactivación de la crisis migratoria que le ha hecho desplegar cerca de 30.000 efectivos en las fronteras. En lo que va de 2021, ya ha expulsado a unos 54.000 migrantes, según le dijo la ONG Human Rights Watch a France24.