El mundo tiene nuevas siglas que aprender: AUKUS, el nombre con el que se está llamando a la nueva alianza estratégica militar sellada por Australia, Reino Unido (UK) y Estados Unidos (US).
El acuerdo busca que estos tres países compartan información delicada que incluye tecnología para la fabricación de dispositivos militares con el fin de velar por la seguridad de la región Asia-Pacífico. Algo que se ha interpretado como un pacto para contrarrestar el creciente papel de China en la zona.
Como parte del trato, Australia recibirá ayuda para desarrollar por primera vez submarinos de propulsión nuclear, entre otras asistencias que incluyen tecnologías como la cuántica y la inteligencia artificial.
Estas naves son más sigilosas y difíciles de detectar, en la actualidad suponen un arma muy disuasiva y solo hay seis países en el mundo que cuentan con ellas. Esto es uno de los elementos que convierte a AUKUS en la alianza de defensa militar más grande que Australia ha firmado en muchos años. Además, el hecho de que Estados Unidos y Reino Unido hayan decidido compartir tecnología nuclear también es único, sobre todo si se tiene en cuenta que Australia es un país que carece de infraestructura nuclear.
Sin embargo, como es de esperarse, no todo el mundo está contento con esta nueva coalición.
Antes de anunciar la existencia de AUKUS, Australia había firmado un acuerdo con Francia para comprarle 12 submarinos de ataque. Después de que se diera a conocer la existencia de AUKUS, sin embargo, este trato de US$90.000 millones se dio por cancelado.
Francia reniega de que Australia haya estado negociando ambos tratados a la vez y que diera el anuncio de AUKUS sin haberle comunicado nada antes. El canciller francés, Jean-Yves Le Drian, aseguró que la acción australiana era una “puñalada en la espalda”.
Como consecuencia, el gobierno francés ha empezado a mover sus cartas en la Unión Europea (UE) para tomar represalias contra Australia. La UE ya ha exigido al gobierno australiano que pida disculpas por el trato dado a uno de sus socios más grandes.
Francia ha llamado a consultas a sus embajadores en Canberra y Washington y le ha pedido a la UE que reconsidere el tratado de libre comercio que el bloque estaba negociando con Australia. De momento, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha dicho: “Uno de nuestros miembros ha sido tratado de una forma inaceptable, así que queremos saber qué pasó y por qué”, según publicó el diario británico The Guardian.
El ministro francés de Defensa también ha cancelado una reunión que tenía con su par británico en protesta por AUKUS. Francia alega que el trato con Australia no solo ya estaba firmado y en marcha sino que comprendía compartir información delicada y secreta, por lo que el malestar va más allá de lo económico.
Los franceses no son los únicos enfadados con esta nueva alianza. Pese a que Estados Unidos ha negado que el acuerdo tenga algo que ver con China, el gobierno chino también lo ha rechazado, llamándolo “extremadamente irresponsable”, según la BBC.