Explorando tiendas digitales, tal vez te hayas encontrado con una oferta tentadora a la hora de hacer un pago: “Compra ahora y paga después”.
Cada vez más negocios de tecnología, bicicletas, anteojos y hasta ropa se han aliado con empresas de créditos para ofrecer a sus clientes la opción de pagar compras tan pequeñas como un vestido de US$30 en cuotas que pueden incluir o no intereses.
Generalmente, estas compañías ofrecen dividir el pago en tres cuotas mensuales libres de interés. Pero, a aquellos que quieran abonar el dinero en más cuotas durante un periodo más largo, les cobran intereses mensuales que pueden llegar al 30%.
Entre las empresas más conocidas están la sueca Klarna, la estadounidense Affirm, la australiana AfterPlay y, por supuesto, Paypal.
El sector incluso ya tiene nombre propio: BNPL (Buy now pay later—compra ahora y paga después). Si bien el año pasado apenas supuso el 2% de los pagos al comercio electrónico en Estados Unidos según FIS Global, se espera que este año arroje un saldo superior a esta cifra, ya que se trata de una tendencia al alza. Según datos de Cardify.ai, el valor de las compras a través del sistema BNPL subió un 132% en dicho país el primer trimestre de este año, según publicó la página web especializada en mercados financieros MarketWatch.
Según esta misma, la industria del BNPL es más grande en otras partes del mundo. El año pasado, abarcó el 10% de las transacciones registradas por el comercio electrónico en Australia y el 7% en Europa, aunque se disparó al 23% en Suecia.
Klarna ya ha anunciado sus intenciones de cotizar en la Bolsa de Londres dentro de un año o dos. Mientras tanto, Square ha adquirido AfterPlay, Amazon se ha asociado con Affirment y Apple ha anunciado que entrará a este sector.
Sin embargo, algunos expertos advierten de que el sistema BNPL puede resultar riesgoso para el consumidor. Por un lado, los precios de los intereses, cuando se cobran, son bastante altos. Al ver que un pago de US$100 puede ser dividido en seis o más cuotas, algunos consumidores no llegan a ser conscientes de que el saldo final de lo que abonarán estará muy por encima de esos US$100.
Por otro lado, al poder pagar a plazos montos tan pequeños, muchos se animarán más a comprar. De esta manera, ya se empiezan a ver casos en países como Reino Unido de gente que acabó endeudada por hacer varias compras pequeñas de cosas que, en realidad, no necesitaba.
Las BNPL se beneficiaron en 2020 del auge que el comercio electrónico vivió con la pandemia de Covid-19 y los confinamientos para combatir el virus. Pero según Cornerstone Advisors, las compras a través de este sistema seguirán creciendo aún más este año, acercándose a transacciones por un valor acumulado de US$100.000 millones, muy por encima de los US$24.000 millones del año pasado.