La economía latinoamericana y caribeña cerrará 2021 con un crecimiento del 5,9% según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Esta nueva estimación mejora en siete décimas desde julio, cuando este organismo ya advirtió que un balance positivo no aseguraba que la región fuera a vivir un periodo de expansión sostenida.
Tampoco significa que las cosas marchen bien: el crecimiento se debe principalmente a que la base de comparación que dejó 2020, el año de los confinamientos, fue bastante baja, con el PIB de América Latina registrando una caída del 6,8% el año pasado.
No obstante, a esto se suma un efecto positivo que viene del alza del precio de las materias primas que exportan los países latinoamericanos y los aumentos de la demanda agregada, señaló la Cepal en un comunicado.
Sin embargo, todavía queda mucha incertidumbre. El alcance de la vacunación en cada Estado se ha vuelto un nuevo indicador del potencial económico de una nación y en esta materia, no toda la región avanza al mismo ritmo.
“Existen importantes asimetrías entre los países desarrollados y las naciones de ingreso medio -entre las que se encuentran la mayoría de los países de América Latina y el Caribe- tanto en la dinámica de la vacunación, como en la capacidad de implementar políticas para la recuperación económica”, afirmó en una nota de prensa Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.
“Para mantener políticas fiscales y monetarias expansivas los países de región requieren complementar los recursos internos con un mayor acceso a la liquidez internacional y con mecanismos multilaterales que faciliten el manejo de la deuda, si es necesario. Se necesitan iniciativas multilaterales para enfrentar las incertidumbres sobre la vacunación y el acceso de los países en desarrollo a financiamiento en condiciones adecuadas”, añadió.
Si bien la pandemia paralizó muchas cosas, los que no pararon fueron los problemas estructurales de la región, como la informalidad, la falta de empleo, la baja inversión y productividad, la desigualdad y la pobreza. Más bien, se agudizaron. La pobreza, por ejemplo, aumentó hasta afectar al 33,7% de la población, la cifra más alta de los últimos 12 años.
La Cepal considera que, por estos motivos, urge recuperar la inversión y el empleo y que esta recuperación debe ser “transformadora e inclusiva”, enfocándose en sectores que sean ambientalmente sostenibles.
El efecto rebote que está provocando en 2021 la reactivación de la economía y el avance de la vacunación contra la Covid-19 no durará mucho. El estancamiento que América Latina ya vivía antes de la pandemia hará efecto, haciendo que en 2022 el crecimiento de la economía latinoamericana baje hasta el 2,9%.