Los niños chinos no podrán pasar más de tres horas a la semana jugando videojuegos. La orden no proviene de sus padres, sino del gobierno chino, que ha pasado una norma que reduce aún más las limitaciones que ya había sobre el tiempo que los menores de 18 años pueden dedicar a este pasatiempo.
Desde 2019, los pequeños solo podían jugar una hora y media cada día y siempre que fuera entre las ocho de la mañana y las diez de la noche. En vacaciones, este permiso se ampliaba a tres horas diarias. El objetivo era modificar los hábitos de quienes ya suponían el 20% de los usuarios de Internet en ese país.
Ahora, esto se restringe aun más, de manera que los menores solo podrán jugar una hora al día y siempre que sea viernes, sábado y domingo o feriados. Además, los niños solo podrán utilizar los videojuegos entre las ocho de la mañana y las nueve de la noche, según explicó la agencia estatal de noticia Xinhua.
Las empresas de videojuegos tendrán prohibido dar acceso a estos a usuarios no registrados, a la vez que deberán implementar mecanismos de registro y conexión que usen como base nombres reales. Esto es porque desde que se impusieran las primeras limitaciones, ha habido casos de menores que utilizan identidades falsas para saltarse la normativa y poder jugar más horas o fuera del horario permitido.
La normativa procede de la Administración Estatal de Prensa y Publicación de China, que busca combatir la adicción a los videojuegos entre los más pequeños. “Muchos padres han dicho que el problema de la adicción a los videojuegos entre los niños y adolescentes ha afectado gravemente su habilidad para aprender y estudiar, así como su salud física y mental; llegando a causar una serie de problemas sociales”, le dijo un portavoz de este organismo Xinhua.
De momento, los niños suponen un porcentaje muy bajo del número de usuarios de videojuegos, sin embargo, este tipo de anuncios impactan en las acciones de firmas como Tencent y Bilibili. La primera, es una compañía china que se ha erigido como la líder del sector de los videojuegos, y la segunda, es una especie de YouTube dedicado al manga y los videojuegos. Ambas aseguran haber tomado medidas para evitar que los niños burlen las normas.
Según la Administración Estatal de Prensa y Publicación de China, combatir la adicción a los videojuegos entre los menores es responsabilidad de las propias compañías que los producen.