El Brexit y la pandemia de Covid-19 han llevado a ebullición en Reino Unido un caldo de cultivo que venía preparándose desde hace tiempo: la escasez de mano de obra.
Las ofertas de trabajo se han disparado a niveles récord con la reactivación de la economía británica, donde el gobierno ya ha retirado las restricciones internas para combatir el coronavirus. Solo entre mayo y junio, se llegaron a publicar 953.000 ofertas de empleo, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas de Reino Unido (ONS por sus siglas en inglés).
Con discotecas abiertas, locales comerciales sin aforo reducido y un público ávido de consumir y divertirse tras un año de cierres intermitentes; muchos negocios se han encontrado una demanda que no podían satisfacer con unas plantillas recortadas por la pandemia.
Sin embargo, buscar personal no está resultando fácil.
El director ejecutivo de la cadena de supermercados Iceland, Richard Walker, le dijo recientemente a la BBC que la escasez de camioneros está afectando a su firma cada vez más y que le preocupa lo que pueda suceder en Navidad, una temporada para la que los supermercados empiezan a hacer planes y pedidos en septiembre.
El líder de Tesco, la cadena de supermercados más grande del país, intentó rebajar el tono de gravedad diciéndole a la BBC que “puede que haya alguna escasez”, pero que no lo suficiente para que el público “exagere” y empiece a hacer compras de pánico, como sucedió el año pasado a inicios de la pandemia.
Tesco, sin embargo, es una de las empresas británicas que ha tomado medidas como ofrecer un bono de 1.000 libras esterlinas (US$1.370) a los nuevos conductores de camión que se unan a su flota para así atraer a estos profesionales que se han vuelto tan escasos.
Según la Asociación de Transporte por Carretera del Reino Unido, el país necesita por lo menos unos 75.000 camioneros, una cifra que va en aumento a medida que más europeos del Este (un colectivo con una fuerte presencia en este sector) deciden volver a sus países ante la caída de la libra desatada tras el Brexit.
A esto se suma que el año pasado se cancelaron 30.000 exámenes para obtener el carné para conducir vehículos pesados. Pero este sector no es el único con problemas para llenar puestos de trabajo: las empresas de carne procesada, la restauración y la hostelería se encuentran entre las industrias que buscan desesperadamente empleados.
Ante este panorama, las propuestas para resolver el problema han sido variopintas. El gobierno británico ha avisado al Ejército para que esté listo en caso de que sus miembros con licencia para manejar camiones se necesiten para surtir los supermercados del país, según informó a principios de agosto el diario The Sun.
Esta semana, The Guardian informó que la Asociación de Proveedores Independientes de Carne estaba en conversaciones con el gobierno para contratar a más presidiarios y exconvictos. Este esquema ya existe y permite contratarlos durante sus días libres. Sin embargo, tiene límites que la asociación quiere que se levanten ante la aguda crisis de falta de personal que vive desde hace unos meses.