Gobiernos y empresas se han trazado rutas para alcanzar las cero emisiones netas en los próximos años y contribuir así a mitigar el cambio climático. Sin embargo, muchos de estos esfuerzos resultan poco realistas y no son más que un “ejercicio de greenwashing”, una especie de lavado de imagen ecológico, según el informe Un riesgo neto, dado a conocer esta semana por la ONG Oxfam.
“Los esquemas para lograr cero emisiones netas de carbono, que dependen fuertemente de la disponibilidad de tierras, podrían disparar el precio de los alimentos en el mundo en un 80 % y provocar más hambre, a la vez que permitirían a los países ricos y las grandes empresas seguir con sus prácticas contaminantes habituales”, afirmó la entidad en un comunicado.
La meta de conseguir las cero emisiones netas consiste en reemplazar las tecnologías menos ecológicas por otras más limpias y, en los casos en los que esto no sea posible, compensar las emisiones contaminantes producidas con medidas como reforestación o enterrarlas con métodos de captura y almacenamiento de dióxido de carbono.
Si bien distintas compañías y países se han trazado diferentes fechas límite, a nivel global, la Organización de Naciones Unidas (ONU) apunta a 2050 como el año en que estos objetivos deben completarse.
Pero Oxfam advierte de los efectos colaterales que los planes actuales de algunas empresas podrían causar. La entidad analizó las hojas de ruta de las cuatro empresas más grandes del sector del gas y el petróleo: BP, Eni, Shell y TotalEnergies. Según la ONG, para que ellas puedan “cumplir con su promesa de lograr cero emisiones netas, tendrían que convertir en bosque una superficie de más de dos veces el tamaño de Reino Unido de aquí a 2050”.
Si el resto de las firmas dedicadas a la industria energética adoptara metas de cero emisiones netas similares a las de estos cuatro gigantes, “necesitarían una superficie de tierra del tamaño de la selva amazónica, lo que equivale a un tercio de todas las tierras agrícolas del mundo”, según el informe. Solo Shell, requeriría de “una superficie de tierra del tamaño de Honduras de cara a 2030”.
Tener consciencia ecológica se ha vuelto crucial para las empresas, no solo por la presión de los entes reguladores sino también por la de la sociedad, que cada vez más exige a las firmas de las cuales son usuarios o clientes una imagen limpia y cuidadosa del medio ambiente.
En la actualidad, un quinto de las 2.000 cotizadas más grandes ya ha hecho públicos objetivos de cero emisiones netas que dependen de utilizar la tierra como sumidero de carbono, según Oxfam.
Pero no solo las compañías están siendo irrealistas, según la ONG. Para conseguir sus metas, el gobierno de Colombia necesitará reforestar más de un millón de hectáreas de aquí a 2030. Una tendencia opuesta a la actual, ya que la deforestación no hace más que crecer en ese país.
Suiza, una nación pequeña, requeriría una superficie de tierra del tamaño de Puerto Rico si quiere plantar los árboles suficientes para cumplir sus objetivos.
Si bien más de 120 países han prometiendo lograr cero emisiones netas, como muy tarde, en 2050, “la mayoría de estas promesas son vagas y no se apoyan en planes cuantificables”, según la ONG.