Pese a que más de 2.700 millones de personas alrededor del mundo ya cuentan, por lo menos, con una dosis de vacuna contra la Covid-19; todavía hay colectivos reticentes a inyectársela.
Y si bien algunos se han inmunizado con la convicción de que estarán protegidos contra el coronavirus, otros lo han hecho por los beneficios que esperan obtener con la vacuna, como viajar sin cuarentenas ni pruebas de Covid-19.
Aunque también hay quien se ha vacunado por el miedo a quedar vetado o relegado de algunos lugares o actividades. Un temor que pronto será fundado para los trabajadores del banco de inversiones Morgan Stanley en Nueva York, donde un memo interno avisó al personal que, a partir del 12 de julio: “todos los empleados, fuerza laboral eventual, clientes y visitantes deberán demostrar que han sido completamente vacunados para acceder a los edificios de Morgan Stanley en Nueva York y en Westchester”, según publicó la BBC.
Medios de comunicación como la televisión pública británica y el Financial Times tuvieron acceso al memo y a fuentes que explicaron que, quienes no hayan recibido las dos dosis de la vacuna (o una, dependiendo de la marca) deberán trabajar desde casa.
El memo lo firma el jefe de recursos humanos, Mandell Crawley, según el FT. En el documento, Crawley explica que la gran mayoría del personal ya se ha inmunizado.
Morgan Stanley se erige así como una de las entidades financieras estadounidenses más estrictas en lo que a medidas anticovid se refiere. El banco ya ha implementado espacios donde solo pueden estar presentes personas vacunadas y exige chequeos de salud a los empleados que quieran ir a la oficina. A partir de esta semana, estos ya no serán un requisito para quienes ya estén inmunizados.
BlackRock, el fondo de inversión más grande del mundo, también anunció una medida similar la semana pasada. La firma obligará a sus trabajadores a informar de su estado de vacunación contra la Covid-19 antes de que acabe el mes y, a partir de julio, solo quienes estén inmunizados podrán ir a trabajar en sus oficinas, según publicó Bloomberg. Los empleados no tendrán que usar mascarillas y, después de agosto, la empresa decidirá si esta restricción continuará o no.
¿Son medidas legales? Sí, la Comisión para la Igualdad de Oportunidades en el Empleo de Estados Unidos autorizó en diciembre a los empleadores a prohibir al personal no vacunado asistir a sus centros de trabajo salvo que tengan un motivo médico o religioso para no estar inmunizados.
Las grandes firmas financieras se unen de esta manera a la presión sobre quienes se niegan a vacunarse. Tras una rápida campaña de inmunización, Estados Unidos vive ahora una ralentización de las tasas de vacunación, pese a que sus centros están bien abastecidos y más del 30% de la población adulta estadounidense aún no ha recibido ninguna dosis.
Pero el verdadero motivo puede ser otro: acabar con el teletrabajo.
Mientras varios países comienzan a flexibilizar las restricciones y algunos, como Reino Unido, incluso se plantean eliminarlas por completo; los máximos dirigentes de las grandes empresas del sector financiero empiezan a alzar la voz contra el trabajo en remoto.
El director ejecutivo de Morgan Stanley, James Gorman, dijo a principios de mes que se sentiría “muy decepcionado” si sus empleados estadounidenses no han vuelto a la oficina a partir de septiembre. Su par en Barclays, Jes Staley, ya había afirmado hace unos meses que el teletrabajo “no es sostenible” y que convierte en un “desafío” el poder mantener una cultura corporativa y de colaboración en entidades financieras tan grandes.