Un supermercado de comida sana, una plataforma de streaming en directo y ahora, ¿un estudio de cine? Amazon, el gigante del comercio electrónico, está interesado en añadir a su lista de subsidiarias a una de las pocas productoras de cine clásicas que todavía no ha sido absorbida por un gran conglomerado: MGM.
La compañía de Jeff Bezos está en conversaciones con los dueños de MGM para explorar la posibilidad de adquirir la firma, según publicaron esta semana medios como The Information y Financial Times. El monto se elevaría a US$9.000 millones, según estas fuentes.
No sería la primera vez que Amazon se interesa en una empresa en un sector muy diferente al suyo. En 2017, desembolsó US$13.7 millones para hacerse con Whole Foods, una cadena de supermercados que se caracteriza por vender solo productos naturales y orgánicos. Tres años antes, en 2014, había pagado cerca de US$1.000 millones por Twitch, una plataforma de streaming de videos en directo. A esto se suman inversiones personales de Bezos, como su adquisición del diario Washington Post en 2013 por US$250 millones, que opera de manera independiente a Amazon.
MGM es propietaria de jugosas y conocidas franquicias como la de James Bond, El cuento de la criada y Legalmente Rubia. Precisamente, la primera de esta lista se vio afectada el año pasado por la pandemia, pues el estreno de su última entrega, James Bond: Sin tiempo para morir, ha tenido que ser pospuesto varias veces ante las restricciones para frenar la expansión de la Covid-19. Netflix intentó comprar esta franquicia pero el prohibitivo precio que pedía MGM lo desanimó, según el Financial Times.
En la actualidad, MGM está, en su mayor parte, en manos del fondo de inversión Anchorage Capital a diferencia de sus competidores, que en su mayoría están integrados en conglomerados más grandes: Fox en Disney, Paramount en ViacomCBS, Warner Bros en AT&T y Universal en Comcast. Con miles de cines cerrados por el coronavirus alrededor del mundo y la creciente competencia de plataformas de streaming como Netflix y el mismo Amazon Prime, que también invierten en producción de contenido, los grandes estudios de Hollywood están en una fase de necesaria reinvención si quieren mantener su posición dominante en el sector.
Con más de 200 millones de suscriptores a su servicio de Amazon Prime, la compañía gastó en 2020 US$11.000 millones en crear y licenciar contenido para sus servicios de música y video, lo que supone un incremento del 41% respecto a 2019.
Tras un año muy duro, la industria del cine parece volver a dinamizarse con anuncio como este y el de AT&T, que este lunes informó que Warner Bros se fusionaría con Discovery para crear un gigante global de contenidos que pudiera afrontar la creciente competencia que suponen las plataformas de streaming.