Credit Suisse, una de las instituciones financieras más importantes de Suiza, anunció esta semana que despedirá a dos altos ejecutivos y que el resto se quedará sin percibir bonificaciones este año. ¿El motivo? Las pérdidas por US$4.700 millones que el banco registró tras la caída del fondo de inversión estadounidense Archegos Capital Management.
En concreto, son Lara Warner, la responsable de riesgos del grupo, y Brian Chin, el consejero delegado de banca de inversión, quienes dejarán de formar parte de la firma ante lo que Thomas Gottstein, el consejero delegado de Credit Suisse, consideró una pérdida “significativa” e “inaceptable”. El grupo también recortará el valor de los próximos dividendos.
Pero Credit Suisse no es la única institución financiera afectada por el colapso de Archegos Capital: el banco japonés Nomura se enfrenta a pérdidas que podrían ascender a US$2.000 millones, según Financial Times. Aunque la situación de Credit Suisse es más grave si se tiene en cuenta que esta es su segunda gran operación que fracasa en menos de un mes, pues hace solo unas semanas se hacía pública la quiebra de la financiera Greensill Capital. Esta podría acarrearle a Credit Suisse, como acreedor, pérdidas por hasta US$3.500 millones.
Dos fracasos en un mes
¿Cómo llegó uno de los bancos de inversión más respetados del mundo a esta situación?
Greensill era una firma con sede en Reino Unido y Australia que se había erigido como pionera en la financiación de la cadena de suministro. Es decir, que otorgaba préstamos a las empresas para que pagaran a sus proveedores. Gozaba de la confianza de Softbank, que invirtió en ella US$1.500 millones, y tenía entre sus asesores al ex primer ministro británico, David Cameron.
Sin embargo, durante el último año, Greensill vio a muchos de sus acreedores debilitarse, generando dudas respecto a la solvencia de la financiera. Finalmente, la compañía cayó en la quiebra en marzo tras no poder hacer frente a sus pagos a Credit Suisse.
En cuanto a Archegos Capital, este era un fondo de inversión familiar a través del cual el multimillonario Bill Hwang gestionaba US$10.000 millones de su fortuna. Con él invirtió en empresas como ViacomCBS, Discovery, Tencent y Baidu.
Archegos Capital utilizaba mucho los swaps de rendimiento total, que le permitían invertir con desembolsos iniciales menores pero que, una vez sus inversiones se depreciaron, lo dejaron en situación de insolvencia. Su caída, según dijo en Twitter el inversor en criptomonedas Mike Novogratz, podría ser «la pérdida de riqueza personal más espectacular de la historia”.
Como consecuencia de estos dos colapsos, Credit Suisse prevé que sus resultados del primer trimestre arrojen un balance negativo de US$960 millones. “Reconozco que estos casos han causado una preocupación significativa entre nuestros accionistas”, admitió Gottstein.
A los despidos de Warner y Chin, se suman los de empleados de menor rango, muchos de ellos del área de gestión de riesgos. Entre las interrogantes que dejan estos colapsos está la de por qué bancos como Credit Suisse y Nomura tenían entre sus clientes a gente como Bill Hwang, el fundador de Archegos Capital, quien tiene en su pasado manchas como su confesión ante los reguladores estadounidenses de haber utilizado información privilegiada y de haber intentado llevar a cabo el delito de manipulación de mercados.