El jueves 25 de marzo, el gobierno chileno ordenó el confinamiento del 70% de su población a causa del aumento del Covid-19. Esta medida gubernamental ha sorprendido a muchos porque se trata del país que lidera la campaña de vacunación en América Latina.
Hace tan solo dos semanas su campaña de vacunación fue calificada como la más exitosa de la región y una de las mejores del mundo, en particular porque fue el país que negoció con mayor antelación la compra de vacunas con distintos laboratorios, logró implementar un eficiente sistema de vacunación y superó el récord de personas vacunadas en un solo día (casi un 2% de su población de 19 millones de habitantes en una sola jornada).
A pesar de ello, según el último reporte del Ministerio de Salud de Chile, su red hospitalaria está al límite, tiene más de 7,326 nuevos contagios por Covid-19 y más de 30,000 fallecidos. Era inevitable un confinamiento de emergencia. Este nuevo confinamiento es uno de los más grandes y estrictos desde que inició la pandemia, se trata de una cuarentena total que restringe incluso el libre tránsito para la compra de productos de primera necesidad.
Falsa sensación de protección
Los especialistas apuntan a que el éxito de la campaña de vacunación causó una “falsa sensación de protección”. Las autoridades flexibilizaron las restricciones; por ejemplo, los viajes estaban permitidos y las playas fueron las más concurridas. Asimismo, muchos chilenos dejaron de lado el uso de mascarillas y olvidaron el distanciamiento social.
Al no haber llegado a la inmunización de rebaño, era muy pronto para descuidar las medidas de protección y creer que las vacunas solucionarían todo solas. Era necesario mantener las medidas de protección adoptadas, como lo señaló María Van Kerkhove, responsable de la Unidad Técnica Anticovid de la OMS, «tras la distribución de vacunas hay quienes dejan de cumplir medidas tales como el distanciamiento físico, la higiene de manos, la ventilación o el evitar lugares concurridos, y todo eso tiene que continuar junto a la vacunación».
Nuevas variantes del Covid-19 han llegado a Chile
Según los estudios de secuenciación genómica que ha realizado el Instituto de Salud Pública (ISP), las variantes encontradas en Chile son: La variante B.1.1.7 (Reino Unido), la variante P.1 (Brasil), la variante P.2 (Rio de Janeiro, Brasil), la variante B.1.427/429 (California, Estados Unidos) y la variante B.1.525 (Nigeria). En ese sentido, Chile no solo está enfrentando un masivo aumento de Covid – 19 por haber relajado las medidas de prevención, sino también por subestimar las nuevas variantes del Covid-19 ya presentes en su territorio.
Acciones para superar la emergencia sanitaria
Por el momento, Chile planea controlar la emergencia sanitaria con el confinamiento y continuar su sistema de vacunación. Esta estrategia ya ha sido aplicada por Israel y ha reportado éxitos, por lo cual se espera lo mismo suceda en Chile.
Asimismo, su presidente ha propuesto postergar las elecciones de abril con el objetivo de evitar focos de contagio. Expresamente señaló en una entrevista televisiva “estas elecciones que debían realizarse el sábado 10 y domingo 11 de abril, se realizarán el sábado 16 y domingo 17 de mayo”, pero que ello no modificará la fecha de las elecciones para elegir el nuevo presidente y congresistas programado para el domingo 21 de noviembre.
De la misma forma, algo al parecer simple pero vital es que están exigiendo que sus ciudadanos no descuiden el autocuidado, las medidas de prevención y el distanciamiento social, pues como lo señaló la Organización Mundial de la Salud (OMS) “un país que apueste solo por la vacuna tiene la batalla perdida”.
Lo sucedido no solo deja una lección a Chile sino a todos los países, es importante una iniciativa global que impulse en conjunto la continuidad de las medidas de prevención y una eficiente campaña de vacunación.