Es común escuchar y usar la palabra “riesgo”, pero no muchos entienden su concepto. La mayoría de las personas al escuchar esta palabra lo asocian a un hecho negativo, a un peligro o a la posibilidad de ocurrencia de un suceso desfavorable; si bien esto es cierto no siempre es así, pues el estudio del concepto de riesgo y en específico del riesgo financiero, es bastante favorable para la toma decisiones de un inversionista y puede significar oportunidades en cuanto a la cantidad y la calidad de las inversiones.
En primer lugar, para entender el concepto de riesgo debemos saber que se expresa en función de su probabilidad de ocurrencia. Así, se puede definir al riesgo como la posibilidad de sufrir una perdida. En el aspecto financiero, riesgo como la posibilidad de perder dinero al invertirlo, ya sea en un emprendimiento, en la Bolsa de Valores o incluso al realizar un préstamo a un familiar o amigo. Entonces, el riesgo financiero es la probabilidad de reducción o perdida de nuestra inversión. A continuación, ejemplos que nos permitan entender mejor el concepto de riesgo y su implicancia en las inversiones:
Ejemplo: Aleatoriedad en las inversiones
Imaginemos que estamos a punto de emprender un negocio. Con el objetivo de tener una idea de cuánto podríamos ganar o perder (P&L, del inglés Profit and Loss), solicitamos un estudio de mercado que nos reporta el siguiente resultado: En un escenario favorable la inversión tendría un retorno del 40%, en un escenario neutral del 5% y en un escenario desfavorable perdería 15% del monto. Sin embargo, debemos notar que este estudio no está completo, pues no se indica que tan probable es que ocurra cada escenario.
Estimar la probabilidad de cada escenario necesita más información, así pues, si consideramos la información bajo funciones matemáticas según la teoría de la probabilidad, tendríamos escenarios junto a probabilidades estimadas que se expresarían en los siguientes términos: positivo en 40% con p1 (probabilidad de retorno), negativo en 15% con p2 (probabilidad de escenario desfavorable) y positivo en 5% con p3 (probabilidad del escenario neutro):
Los matemáticos denominan a este tipo de funciones Variable aleatoria discreta, pero si en lugar de solo tres escenarios (casos contables) hubiera un número incontable de casos tendríamos una Variable aleatoria continua.
Entonces, con este ejemplo se busca hacer notar que toda inversión tiene muchos posibles resultados entre buenos y malos que se expresarán ya sea en ganancias o pérdidas, cada resultado tiene una probabilidad de ocurrencia las cuales pueden ser estimadas, pero no precisadas con exactitud.
Ejemplo: Incertidumbre en las inversiones
En contraposición, si no encuentras suficiente información sobre el riesgo de tu inversión y no es tan accesible medirlo, estás frente a un escenario de mayor riesgo; es decir, más incertidumbre que no necesariamente es negativa ni positiva per se. Mientras en algunos casos este mayor riesgo puede llevarnos a mayores ganancias, también debemos saber que puede significar grandes pérdidas de inversión. En este caso, lo recomendable es prepararse para el peor escenario posible. Un ejemplo, aunque bastante distante, es el supuesto de la llegada de una invasión extraterrestre, aunque no hay forma de saber su probabilidad muchos gobiernos tienen preparado un plan de contingencia. En ese sentido, cuando el riesgo es mayor, al igual que en el ejemplo, un inversionista debe tener un plan de contingencia orientado al peor escenario, todo con el objetivo de manejar mejor el riesgo.
Con estos ejemplos hemos entendido mejor el concepto de riesgo financiero y queda enfatizar que un riesgo que se llega a concretar no siempre afectará a todo el universo de personas (inversionistas), sino que el impacto puede ser focalizado y las consecuencias diferentes.
En función a la cantidad de inversión se puede clasificar los riesgos en lo siguiente: Riesgos cuantificables (todos los riesgos que tienen una unidad de medición definida y pueden ser gestionados de manera continua) y Riegos no cuantificables (todos los riesgos cuya medición es muy ocasional, poco estructurada o incluso nula). Cabe señalar que no es la única clasificación pues hay otros riesgos financieros propios de cada actividad económica; por ejemplo, en un emprendimiento podemos identificar riesgos internos (riesgos sobre los que puedes tener mayor control) y riesgos externos (riesgos sobre los que el control es menor o no existe).
El riesgo y las oportunidades de inversión
En conclusión, el concepto de riesgo está en función de su posibilidad de ocurrencia; en términos sencillos, riesgo financiero es la posibilidad de perder dinero al invertirlo. A pesar que el concepto de riesgo comúnmente está asociado a lo negativo, debemos considerar que el aspecto positivo del riesgo financiero es que nos permite ser más diligentes al invertir y ello repercutirá en tener un mejor plan de contingencia frente al riesgo.