¿Consideras que ha aumentado la corrupción en tu país? ¿El Gobierno de tu país está haciendo frente a la corrupción con eficiencia? Son algunas preguntas que nos llevan a reflexionar sobre el fenómeno de la corrupción y su impacto en nuestro entorno. Según el reciente Ranking de Transparencia Internacional, los diez países de América Latina con mayor Índice de Percepción de la Corrupción son Venezuela, Haití, Nicaragua, Honduras, Guatemala, Paraguay, República Dominicana, México, Bolivia y Panamá; pero ¿qué implica ello?
Transparencia Internacional es una organización dedicada a luchar contra la corrupción del sector público. Fue fundada en 1993 por Peter Eligen, ex funcionario del Banco Mundial. Desde un inicio, esta organización internacional no gubernamental se orientó a concientizar sobre la corrupción en el ejercicio de la función pública, para que no sea considerado algo permisible, y que las empresas no se acostumbren a contabilizar los sobornos como “gastos comerciales”. En 1995, emitió su primer Índice de Percepción de la Corrupción (en adelante CPI, por sus siglas en inglés) clasificando a 45 países; y poco a poco ha ido incluyendo a más países para continuar trabajado en la creación de conciencia pública sobre el fenómeno de la corrupción.
Desde 1996, hablar del daño que causa la corrupción empezó a ser más frecuente, incluso el presidente del Banco Mundial James Wolfensohn ya había denominado a este fenómeno como “cáncer de la corrupción” y exhortado la importancia de tomar medidas de lucha. Asimismo, diez años después en la Cumbre contra la Corrupción Londres 2016, Jim Yong Kim enfatizó que “la corrupción constituye un obstáculo enorme para el desarrollo económico y social y para el logro del objetivo mundial de poner fin a la pobreza extrema”.
Por otro lado, el CPI ha influenciado en la promulgación de leyes contra la corrupción; tratados que prohíban el pago de sobornos como la “Convención contra el soborno en el extranjero o Convención Anticohecho de la OCDE” puesto que con el pago de sobornos se mina el buen gobierno, distorsiona las condiciones competitivas internacionales y evitarlo es responsabilidad compartida de los países; la “Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción” a fin de prevenir y combatir la corrupción política. Igualmente ha facilitado la creación de principios Empresariales para Contrarrestar el Soborno y principios Wolfsberg contra el Lavado de Dinero.
Actualmente, Transparencia Internacional ofrece cada año un panorama comparado del fenómeno de la corrupción de 180 países, que se basa en evaluaciones de especialistas del sector privado, así como en encuestas a empresarios.
Índice de Percepción de la Corrupción 2020
La particular característica del reciente ranking es que ha considerado el actuar de los gobiernos frente al COVID-19 y asignado una puntuación según los índices de inversión en salud y de fortalecimiento de las instituciones públicas.
Así, según el Índice de Percepción de la Corrupción, emitido el 28 de enero del presente año a la 06:01 CET, los 10 países de América Latina considerados más corruptos y su puesto son los siguientes:
- Venezuela (176)
- Haití (170)
- Nicaragua (159)
- Honduras (157)
- Guatemala (149)
- Paraguay y República Dominicana (137)
- México y Bolivia (124)
- Panamá (111)
La alta percepción de corrupción de los países en este ranking implica que en estos diez países de América Latina la corrupción está afectando a gran escala la confianza en la gestión pública, la democracia y el desarrollo económico. Se está ampliando la brecha de desigualdad, pobreza y otras crisis como la ambiental. En general, este ranking anual muestra los países considerados más corruptos, expone la corrupción y coadyuva a que se tome más conciencia sobre este grave fenómeno, bien definido según Transparencia Internacional (2021) como “el abuso del poder encomendado para beneficio privado”.
Una de las principales estrategias para hacer frente a la corrupción es la trasparecía que significa, según el Banco Mundial (2020), un imperativo de mayor intercambio de información; y para lograrlo se requiere un trabajo conjunto de las instituciones públicas, privadas, organismos internacionales y ciudadanos. Por ejemplo, en India se ha implementado el uso de tarjetas inteligentes biométricas a fin que se desvíen menos recursos del estado, los titulares de esas tarjetas recibieron 35 % más dinero en relación a los titulares de tarjetas estándar y obtuvieron sus pagos más rápido que otros beneficiarios del programa. En Filipinas, los seguimientos geoespaciales digitales han contribuido en control, localización y construcción de caminos en zonas que eran inaccesibles.
Conclusión final:
La trasparencia de información genera confianza, facilita la participación ciudadana e impulsa la inversión privada, y es el principal enemigo de la corrupción.