Argentina terminó el año 2020 con una inflación del 36,1%, poniéndolo como el segundo país en Latinoamérica con mayor inflación después de Venezuela. Los principales aumentos de precios fueron en los sectores de recreación, salud, transporte y por último hoteles y restaurantes. Cabe decir que este 2020 tuvo la menor inflación a comparación de los años anteriores donde hubo una inflación de 53,8% en 2019 y 47,6% en el 2018.
El estado a pesar de todos los subsidios que otorgo, no logro detener lo caída de los indicadores económicos y sociales del país. Los analistas desde inicios del 2020 ya habían proyectado el 36% de inflación para fines de dicho año y proyectan que si las tendencias se mantienen el 2021 podría acelerarse y terminar con una peligrosa inflación de 49,8%. Además, argentina mostró niveles de pobreza de un 40,9%.
Todo esto indica que no argentina no es una buena inversión para este año, ya que las pocas proyecciones positivas que se dan para argentina parecen ser una simple ilusión, el peso argentino cada día se debilita más y vuelve inviable o poco rentable operar con su moneda o entrar el mercado argentino. Las acciones argentinas en Wall Street bajaron hasta un 5,5%, y en lo que respecta a operar con su moneda lo único que viable es comprar el USD/ARS y ser pacientes, ya que, en un futuro próximo, argentina no tiene muchas probabilidades de mejorar su economía y salir de su recesión. Para muchos expertos Argentina sigue aplicando legislaciones y políticas económicas equivocadas y los datos muestran que argentina atraviesa una inflación masiva y el peso argentino sigue siendo una moneda muy débil y extremadamente mal administrada lo que podría llevar a los argentinos a seguir comprando dólares con el pensamiento que su moneda seguirá depreciándose lo que acelerara la depreciación y creara una mayor alza de precios. Argentina debe saber llevar la acechante segunda ola del Covid – 19 y mejorar sus medidas económicas para poder empezar a recuperarse de a pocos.