Sergio Tomás Massa, ministro de Economía de Argentina, asegura que la economía argentina ha perdido más de 4 mil 900 millones de dólares por la disrupción de precios en el mercado del gas natural, la cual fue provocada por la guerra de Rusia y Ucrania y la crisis de los contenedores.

 “Y uno podría pensar que Argentina por sus commodities primarios es uno de los ganadores de la guerra, pero cuando mira la matriz energética de Argentina se da cuenta que es uno de los grandes perdedores”, expresa el funcionario del gobierno de Alberto Fernández.

Desde el inicio de la guerra el 24 de febrero de 2022 hasta el 10 de octubre de 2022, “a la Argentina le costó 4 mil 900 millones de dólares (comprar gas natural en el exterior), lo cual significó duplicar esfuerzos para cumplir los objetivos del programa de acumulación de reservas y cumplimiento de metas fiscales del 2.5 para este año”, comenta el político argentino.

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El mayor impacto a la economía argentina fue “la subida de la energía”, es decir del precio del gas natural, dijo el economista en jefe del gobierno de Argentina.

“Cualquiera de los países, que importa energía, sabe lo que representa en términos de cambio pasar de un precio 7 dólares, 8 dólares o 12 dólares por cada millón de BTU a 60 dólares, 70 dólares u 80 dólares, como está pasando en el precio spot del gas natural en algunos casos”.

Argentina cuenta con 170 años de reservas acumuladas de gas natural, una oportunidad de comercialización para enviar Chile, Uruguay y Paraguay, así como vender al resto de Sudamérica, según el Ministerio de Economía. 

“La energía es otro de los grandes recursos de nuestro continente, Argentina tiene la segunda reserva mundial de gas del mundo y la cuarta de shale, pero obviamente para sacarlo y producirlo se necesita de una inversión intensiva e infraestructuras”, reconoció Massa.

Sergio Massa agregó que Argentina, Bolivia, Chile y México representan la primera reserva mundial de litio en el mundo y dijo que este elemento y otros minerales van a jugar un papel central en el proceso del desarrollo tecnológico.

“Y nuestro continente ahí también tiene la oportunidad de apostar por un lado a las infraestructuras, para no ser proveedor de materia prima, sino para ser proveedor de materia prima con valor agregado, que nuestros recursos se transformen de alguna manera en riqueza y en mejor calidad de vida para nuestros ciudadanos”, declaró Sergio Tomás Massa.

Plan económico al rescate 

El ministro de economía de Argentina explicó que el impacto de la pandemia de Covid-19 y el incremento de precios del gas natural representó un desafío para el gobierno argentino, ya que se detonó en pleno proceso de renegociación con el Fondo Monetario Internacional respecto a la deuda que tiene el Estado con los bonistas.

La pandemia de Covid-19 enfrentó a un desafío para Argentina, ya que la transitó sin capacidad de acceso a los mercados, dijo el político. 

Con la deuda a cuestas y una crisis sanitaria encima, el gobierno hizo frente con instrumentos de financiamiento del tesoro, con políticas públicas. 

“El ATP que fue un programa que nos permitió no perder ningún empleo en la Argentina a lo largo de la pandemia y el sistema de financiamiento sanitario, nos permitió proteger y promover en el sistema de salud un equilibrio entre el trabajo del sector público y el sector privado”, detalló el ministro.

En ese contexto, el gobierno argentino optó por redefinir los instrumentos de política pública y económica, por lo que el Ministerio de Economía unificó el Ministerio de Agricultura, el área de Energía, el área de Minería, toda el área de Hacienda, el área de finanzas y toda el área de Industria Comercio y Producción.

De acuerdo con el encargado de la economía en Argentina, con la unificación de los ministerios se delimitaron cuatro objetivos económicos principales.

El primero es el rediseño en orden fiscal, que responde a las metas del programa sobre el presupuesto argentino y los acuerdos internacionales, lo que permitió alcanzar en el tercer trimestre del año el cumplimiento de las metas en la acumulación de la reserva y de recaudación.

El segundo objetivo es la recuperación del proceso de acumulación de reservas. En ese sentido, el ministro comentó sobre la dificultad que se enfrentaba en el proceso de liquidación de proteínas argentinas, lo que se corrigió con un programa de promoción de exportaciones, por ejemplo. 

El tercer objetivo está enfocado en la recuperación de la competitividad exportadora por las virtudes que tiene Argentina como región.

“Creemos que el superávit fiscal y el superávit comercial son los que construyen la virtuosidad de los modelos de crecimiento y desarrollo económico de los países y en ese sentido entendemos que la Argentina y la región tienen una oportunidad única frente al contexto global que se plantea”, comentó el ministro de Economía. 

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 El cuarto objetivo es impulsar el programa de desarrollo con inclusión, que cuenta con inversión pública del financiamiento del tesoro y la oportunidad que deja la acumulación de reservas.

“Si de verdad los multilaterales están pensados como instrumento de desarrollo, es clave que lo que invertimos en desarrollo desde nuestra cuenta pública sea como inversión de desarrollo y no tomado como requisito para el cumplimiento de una meta fiscal”, destacó el funcionario.

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